Con un tablero blanco, pupitres al aire libre, algunos en sillas sin mesa para apoyarse y debajo de un árbol estudiaban 33 estudiantes de la Institución Educativa del corregimiento Mulatos de Necoclí , que tenían que recibir sus clases ante la inclemencia del clima del Urabá antioqueño.
Pero su sueño se cumplió esta semana cuando recibieron el aula que soñaron, una infraestructura que integra innovaciones amigables con el medio ambiente, mejorando el confort térmico y contribuyendo al rendimiento escolar. Además del aula principal, se llevaron a cabo obras complementarias como la instalación de baños y un comedor, que mejorarán las condiciones físicas de los espacios educativos.
Jorge Daniel Ávila, rector del colegio, destacó que la calidad educativa comienza con tener buenas condiciones de infraestructura: "Es un sueño que construye la sonrisa, la felicidad de los niños y de una comunidad educativa. Iniciaron a ver clases debajo de un árbol. La calidad educativa inicia con unas buenas condiciones de infraestructura", manifestó.
Claudia Obando, directora del Territorio Progreso Necoclí de Fundación Grupo Social, destacó que la entidad lideró el proyecto, con participación también de la Alcaldía de Necoclí, los padres de familia, la junta de acción comunal La Gran Colombia, entre otras empresas.
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"Fue un espacio soñado por esta comunidad, los mismos chicos se encargaron de pintar y de crear. Después de esto lo pasamos a una fase de diseños y esos diseños también tienen incorporados unos temas específicos para favorecer el confort térmico y la eficiencia energética", detalló.
La inversión en estas obras fue de más de 183 millones de pesos, beneficiando a los estudiantes, cerca de 50 familias y a la docente de esta zona rural, ubicada a algunos metros de la vía nacional que conduce de Medellín a Urabá.