Durante una operación entre la Policía y el Ejército Nacional que se desarrolló dentro del plan estratégico Ayacucho, incautaron más de siete embarcaciones diseñadas específicamente para transportar hasta siete toneladas de cocaína hacia Centroamérica, con destino final en los Estados Unidos.
Además, en el lugar se encontraron 16 motores fuera de borda, cada uno
de 300 caballos de fuerza, lo que eleva el valor del material decomisado a más de 3.800 millones de pesos, según confirmó el coronel Héctor Alexander Juzga León, comandante de la Décima Séptima Brigada del Ejército.
"En cumplimiento de una diligencia de allanamiento a una bodega, se logró una importante afectación a las economías ilícitas del grupo armado organizado Clan del Golfo, específicamente la estructura central Urabá", señaló.
Estas lanchas, equipadas con cubiertas camufladas para evitar la detección de radares y aeronaves, eran utilizadas para el transporte rápido y eficiente de cargamentos de drogas ilegales a través del mar Caribe. El sitio donde se fabricaban estas lanchas funcionaba como un centro de producción clave para la logística del Clan del Golfo, una de las principales organizaciones criminales que delinque en la región.
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Con este golpe las autoridades buscan debilitar las finanzas ilegales de estos grupos. La operación, fue posible gracias a las labores de inteligencia que permitieron identificar y ubicar la fábrica. El material incautado fue puesto a disposición de las autoridades para continuar con las investigaciones pertinentes.