Mediante el convenio BIO entre EPM y la Universidad de Antioquia, se logró el descubrimiento de dos nuevas especies del género rineloricaria que ahora forman parte del inventario de biodiversidad acuática de Colombia.
Los nombres puestos por los investigadores a estas nuevas especies fueron rineloricaria atratoensis, en honor a su origen en el río Atrato, y rineloricaria giua en reconocimiento a la labor del Grupo de Ictiología de la Universidad de Antioquia.
Esta alianza inició en el 2017 y busca la apropiación social del conocimiento científico en 20 municipios de Antioquia, enfatizando en la investigación y la protección de la biodiversidad en las áreas de influencia de las centrales de generación de energía de la empresa y las cuencas abastecedoras de sus embalses. Respecto a los esfuerzos y recursos invertidos en este descubrimiento, se refirió Juan Carlos Herrera Arciniegas, director de Planeación Generación Energía (EPM).
"Hubo dos elementos bien importantes, especialmente en la cuenca del Magdalena y del río Atrato, y fue el descubrimiento de dos especies que no se tenían conocimiento. Este esfuerzo técnico-científico tuvo una inversión de 21 mil millones de pesos con aportes de EPM, aportes igualmente de la Universidad de Antioquia", manifestó.
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Los monitoreos de flora y fauna terrestre realizados por esta alianza también han registrado el 29,3 % de todas las especies de mamíferos de Colombia y el 25,7 % de las especies de aves. En 2023, estos estudios revelaron que 119 especies de flora y fauna se encontraban amenazadas debido a factores como la pérdida de hábitat, la caza y el cambio climático.
Según Luz Fernanda Jiménez, líder del convenio Bio Universidad de Antioquia, este proyecto ha generado un gran impacto en la conservación y el descubrimiento de nuevas especies en Antioquia.
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"El convenio ha permitido el diseño y la aplicación de nuevos métodos no letales para conocer la diversidad de los bosques y la diversidad del agua. También para conocer y describir la ecología de las especies", apuntó Jiménez.
La alianza también trabaja en el monitoreo de insectos transmisores de enfermedades ubicados en las áreas de influencia de las centrales de generación de energía denominadas Porce II y Porce III y ha realizado diversas actividades para facilitar la apropiación social del conocimiento sobre la protección del agua y la biodiversidad en 13 municipios.