El más reciente informe entregado por el Gobierno de Panamá , señaló que ya son 16 migrantes los fallecidos, al intentar cruzar un río, en medio de una creciente súbita.
Se pudo establecer que la tragedia ocurrió en el sector de Carreto, dentro de una comarca indígena de la comunidad Guna Yala, cerca de la frontera con Colombia, una aislada zona selvática que se ha convertido en corredor de miles de migrantes que, luego de atravesar el Tapón del Darién, buscan llegar hacia los Estados Unidos.
Tal como lo informó el Servicio Nacional de Frontera, Senafront, los cadáveres de los migrantes fueron sepultados para encubrir los nexos de grupos criminales con el tráfico ilegal de migrantes, que en el caso de Colombia se señala al Clan del Golfo, que cobra entre 200 y 400 dólares.
Jorge Luis Gobea, Director del Senafront, aseguró que el propósito de las cercas de alambres de púas colocadas en la frontera de Panamá con Colombia, buscan que solo hagan tránsito por el sector de Cañas Blancas e impedir el crimen organizado hacia migrantes en las rutas clandestinas que pongan en riesgo a los migrantes como ocurrió en este caso.
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“Para nosotros controlar pusimos las cercas, vamos a hacer otras mangas adicionales, porque la instrucción del presidente Mulino es que van a pasar, pero por un solo lugar vamos a utilizar los mecanismos necesarios para poder canalizar ese flujo migratorio”, dijo el funcionario.
En lo que va del año, son más de 200.000 las personas que han ingresado por la frontera panameña con destino hacia los países de centro y norte América.
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La mayoría son venezolanos, aunque también destacan los ecuatorianos, colombianos, haitianos y chinos.