
La zozobra y la incertidumbre se ha apoderado de gran parte del Nordeste antioqueño luego de que en los últimos días la región vecina del Sur de Bolívar se viera gravemente alterada por la guerra sin tregua que tienen los grupos armados por el control de las rentas criminales y la minería ilegal.
Precisamente en ese departamento, según el más reciente censo, hay cerca de 500 personas desplazadas por los constantes enfrentamientos.
A pesar de que la disputa no ha tocado tierras antioqueñas, varias organizaciones y líderes sociales del Nordeste han mostrado su preocupación por la posible incidencia de los enfrentamientos armados en municipios de Segovia o Remedios. Incluso, algunas personas han afirmado que han visto llegar a un par de familias desplazadas desde el Sur de Bolívar, al parecer, para auto albergarse.
El coronel Óscar Mauricio Rico, comandante de la Policía Antioquia, aseguró que en estos momentos se están realizando diferentes actividades de control para evitar que grupos como el Clan del Golfo, disidencias o ELN atemoricen a las poblaciones.
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"La investigación criminal, la inteligencia. Aquí lo que nos permite avanzar es la información que resulte también de la misma comunidad. Estamos haciendo trabajos preventivos. Lo que nosotros queremos brindar es la incautación de armamento, la captura de personas con procesos judiciales, también controlar y asegurar los ejes viales", destacó Rico.
Por ejemplo, y según destacaron las autoridades, se realizó la incautación de algunas cargas explosivas que presuntamente iban a llegar hasta el Nordeste del departamento para la comisión de actividades ilícitas. La Policía destacó que con este y otros procedimientos están evitando que los grupos criminales se sigan fortaleciendo.
De momento, la Fuerza Pública sigue pendiente de la situación de orden público en esta subregión para evitar que las confrontaciones armadas causen desplazamientos masivos como los que ocurrieron hace algunas semanas cuando más de 100 familias tuvieron que salir de sus casas por el miedo a quedar en medio de los disparos de los ilegales.