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La reciente incineración de un bus en el sector La Paulina del municipio de Valdivia por parte de miembros del ELN implica una problemática de seguridad y humanitaria que data desde hace varios meses y sigue sin solución como es reconocida por las mismas autoridades locales.
En diálogo con Blu Radio, el alcalde de Valdivia, Carlos Molina, explicó que la ubicación de varios corredores estratégicos en la región, pero además los cultivos ilícitos se han convertido en un escenario propicio para la disputa entre grupos ilegales que buscan no solo predominar sobre otros, sino además ejercer control social.
"Nosotros hoy somos el municipio que tenemos el primer lugar en cuanto a áreas sembradas de cultivos ilícitos y eso digamos que ayuda también como combustible a todo este tema. La comunidad hoy tiene una voluntad enorme de que se quiere volcar en el barco de la legalidad y ahí es donde la el Gobierno digamos que tiene que tener tacto", declaró.
La problemática se ha recrudecido a tal punto que en las últimas semanas, indicó el mandatario, ya se han reportado al menos ocho familias desplazadas de veredas al sur de la localidad como Los Pomos y Colmenas, produciendo una migración del conflicto de zonas en el norte como La Llana y La Coposa, hacia el sur.
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"Podríamos estar hablando de datos de alrededor de unas ocho famílias que han salido a autoalbergarse por esta situación y que han puesto su denuncia en la Personería Municipal y ha dado lugar a la activación de la ruta de protección para ellas y de acompañamiento", dijo.
Molina destacó que se requiere mayor inversión social en los territorios afectados por el conflicto en medio de comunidades dispuestas a cambiar vocaciones a las cuales las ha obligado las mismas dinámicas de la guerra.
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