Persiste la crisis humanitaria en Chocó por cuenta del paro armado anunciado por el ELN. Al menos 30 familias ya han llegado a instalaciones de organizaciones sociales de la región desplazadas por las intimidaciones
El temor por posibles enfrentamientos y restricciones a la movilidad siguen siendo latentes en cinco municipios chocoanos que están en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón tras más de 24 horas de haber iniciado el paro armado anunciado por la guerrilla del ELN.
Según registros preliminares, cerca de 30 familias de las comunidades de Chambacú en Sipí y Doidó en Itsmina ya han llegado hasta instalaciones del Consejo Comunitario General del San Juan buscando refugio en medio de la crisis humanitaria de la región.
Andrés Alberto Caicos, líder del Consejo Comunitario Mayor del San Juan, aseguró que la problemática se recrudece aún más por la presencia de niños, niñas y adolescentes que están en medio de la problemática.
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“Como pueden observar, hay muchos niños de pecho, otros aprendiendo apenas a gatear, entonces, la situación es muy dura”, afirmó.
Ante este y por lo menos otros ocho paros armados anunciados en el último año en la región, nuevamente la Iglesia Católica pidió diálogo y evitar incluir a la población en este tipo de acciones que vulneran los derechos humanos.
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“Hay muchas cosas que son distractores que nos hacen creer que vamos en búsqueda de la paz y quizá estamos defendiendo los intereses, no podemos seguir sometiendo a la población civil a estos dolores”, señaló monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó.
Ante las acciones anunciadas por el ELN como respuesta a los diálogos propuestos por el Gobierno nacional con el Clan del Golfo y la posibilidad de ganar terreno en algunas zonas, las fuerzas armadas anunciaron un reforzamiento de sus tareas tanto en centros poblados de las localidades como en los diferentes afluentes de la región.