Víctimas y curules de paz, la participación política desde los territorios

En un foro organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), Usaid y El Espectador, las instituciones y organizaciones encargadas de este proceso pidieron a las autoridadesgarantizar la financiación y protección en los territorios para lograr que se lleve a cabo con éxito este proceso.

Wilfredo Grajales, defensor delegado para la asesoría y orientación de las víctimas, manifestó que se debe garantizar que “no haya injerencia de los grupos armados que están en estas zonas”.

“Que no intervengan ni los grupos económicos ni los grupos políticos que pueden llegar a sacar del escenario a los verdaderos actores de esta propuesta”, añadió.

Por su parte, Carlos Leyva, asesor de la Registraduría delegada en lo electoral, manifestó que este es un proceso nuevo para el cual se están preparando desde la entidad y que, en este orden de ideas, para garantizar la participación de las personas que viven en la zona rural y a las víctimas “se instalaron 177 nuevos puestos de votación, para un total de 1.966 puestos en los corregimientos que están en los municipios que hacen parte de las curules de paz”.

Desde la Misión de Observación Electoral hay preocupación por la violencia en los territorios, pues según el coordinador del Observatorio Político Electoral del MOE, Mauricio Vela, “el 30 % de los hechos de violencia contra líderes sociales se dan en los municipios donde se van a elegir estas circunscripciones”.

“El 86 % de estos municipios tienen algún nivel de riesgo por violencia. Se debe hacer énfasis protección a candidatos”.

“Las curules son una forma de reparación colectiva (…) El llamado que hacemos al Estado es garantías, hay que asegurar que estas personas tengan todas las garantías para participar y lograr una representación importante en el congreso”, aseveró el director de Codhes, Marco Romero.

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