
La ausencia del presidente de la Cámara de Representantes , Jaime Raúl Salamanca, obligó al vicepresidente Jorge Tovar a asumir la presidencia de la plenaria. Sin embargo, su papel generó incomodidad entre varios congresistas, quienes señalaron que era una ofensa a las víctimas que el hijo de ‘Jorge 40’, exjefe paramilitar acusado de crímenes atroces, dirigiera dicha sesión.
La senadora María José Pizarro fue una de las voces que expresó su rechazo, lo que provocó una dura respuesta por parte de la representante Katherine Miranda , quien la acusó de “hipocresía” por su postura.
Tovar, por su parte, también se pronunció, defendiendo su derecho a ejercer funciones públicas pese al pasado de su padre.

En medio del tenso ambiente, el representante por las curules de paz William Aljure propuso un acto simbólico de reconciliación, invitando a Tovar, Pizarro y miembros del Partido Comunes a unirse.
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El gesto fue aplaudido por varios presentes, aunque no logró calmar del todo los ánimos.
Durante la sesión, varias víctimas tomaron la palabra y denunciaron el abandono del Estado. Eiber Rodríguez, soldado y víctima de minas antipersona, aseguró haber sido olvidado.
“Nosotros, los miembros de la fuerza pública, no hemos sido tratados con respeto. Este oficio con nosotros ha sido miserable y desagradecido. Es desafortunado ver a exguerrilleros ocupando curules mientras a nosotros nos dan la espalda”, expresó, haciendo un llamado directo al presidente Gustavo Petro.
Por su parte, Marta Cecilia López, víctima de las Farc y el ELN, lanzó duras palabras contra la senadora del Partido Comunes, Sandra Ramírez.
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“Tenga un poquito de respeto. Usted es una proxeneta y una asesina. No sé qué pruebas nos pide si a ninguna mujer violada nos daban una cámara para grabar semejantes horrores”, dijo.
Las denuncias continuaron con reclamos hacia la Unidad Nacional de Protección (UNP) por múltiples trabas en medidas de seguridad y hacia la Unidad de Víctimas por no brindar garantías.
Incluso, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) fue señalada por no haber entregado, según ellos, ni siquiera la verdad completa de lo ocurrido en el conflicto armado.