Un gran rechazo político generó la opinión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, luego de los resultados del Plebiscito que busca refrendarel texto de nueva constitución de este domingo en Chile, en los que la opción ‘rechazo’ superó con un 60% frente a un 30% que obtuvo la opción‘apruebo’.
El expresidente Álvaro Uribe comentó en su cuenta de Twitter: “Ajustes sin desbarajustes, Chile podría enseñar que la democracia reclama AJUSTES para la solidez de sus valores. Pero Rechaza DESBARAJUSTES que la pongan en riesgo”.
Por su parte, el excandidato presidencial Federico Gutiérrez señaló: “Pinochet murió hace varios años. Otros quieren revivirlo como símbolo para llenar de odio a la sociedad y así justificar los supuestos “cambios”. En cambio, Dictadores como Maduro y Ortega si están vivos y haciendo mucho daño”.
El representante a la Cámara por el Centro Democrático Andrés Forero, quien vivió 16 años en Chile, dijo que Petro “se le olvida que es jefe de Estado y parece que la democracia solo le gusta cuando obtiene los resultados que desea".
Publicidad
"Porque después de haber mantenido un silencio cómplice con los abusos que ocurren en Nicaragua, y después deslegitimar el sistema judicial argentino por adelantar un proceso por corrupción contra Cristina Fernández de Kirchner, tilda de Pinochetistas a 62% de los chilenos que se pronunciaron en unas elecciones libres y democráticas. Presidente: respete la democracia y respete al pueblo de Chile”, escribió.
No solo desde la oposición manifiestan este rechazo con la postura de Petro. El excandidato presidencial y exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, quien se ha declarado en independencia al Gobierno, en su Twitter atribuyó al primer mandatario el refrán: "Genio y figura hasta la sepultura...".
Publicidad
El senador por Cambio Radical David Luna, por su parte, le pidió al presidente Petro respetar la soberanía y la libre determinación de los pueblos.
Así mismo, el exsenador del Partido Dignidad, Jorge Enrique Robledo, se pronunció:
No es la primera vez que las posiciones del presidente y el Gobierno, en materia de relaciones internacionales, generan inconformidad. Primero con la decisión del canciller Álvaro Leyva de no asistir a la sesión del Consejo Permanente de la OEA en el que se condenó la grave violación de derechos humanos en Nicaragua, y las criticas al sistema judicial argentino, que tiene hoy en proceso por corrupción contra la expresidenta y hoy vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.