La convención nacional delPartido Liberal se reúne en Cartagena, en medio de una pugna por la dirección del partido, protagonizada por el expresidente César Gaviria , quien busca mantenerse como jefe único, y una facción de líderes que abogan por un cambio en la dirección. La disputa enfrenta no solo intereses internos, sino también influencias políticas externas que marcan el camino del liberalismo en el panorama colombiano.
La continuidad de Gaviria y las voces de cambio
El expresidente Gaviria se enfrenta a una creciente oposición encabezada por el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y respaldada por sectores cercanos al Gobierno de Gustavo Petro.
La posición de Gaviria cuenta con el apoyo de un número significativo de congresistas, entre ellos Juan Pablo Gallo y Lidio García, así como el respaldo de normas internas que, según sus críticos, le favorecerían en el proceso de votación de esta convención.
Para algunos sectores, esta situación representa una maniobra de Gaviria para asegurar su permanencia en el poder, una percepción que ha suscitado divisiones en las filas liberales.
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Juan Carlos Losada, uno de los parlamentarios que se opone a Gaviria, expresó que "el presidente ha pasado por encima de los estatutos, al no convocar una convención durante casi cinco años, lo cual es un golpe al orden democrático dentro del partido". Para Losada, el Partido Liberal necesita una renovación que refleje las demandas de sus bases, que incluyen a jóvenes y sectores sociales históricamente relegados, como el sindicalismo y las organizaciones campesinas, muchos de los cuales han manifestado su deseo de cambio en la dirección liberal.
La alternativa de Velasco y la dirección colegiada
Frente a la candidatura única de Gaviria, Velasco ha presentado una opción de liderazgo compartido, respaldado por la figura simbólica de Gloria Gaitán, hija del líder histórico Jorge Eliécer Gaitán, una figura que representa la conexión del Partido Liberal con sus raíces populares. Velasco y su equipo proponen una "dirección colegiada", una estructura de liderazgo en la que participen representantes de diversas corrientes internas del partido. Según Losada, esta fórmula busca evitar que el partido se desmorone y garantice la representación equitativa de todas las facciones dentro del liberalismo.
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"Queremos un liderazgo que permita unir al Partido Liberal y ofrecer una opción inclusiva para todas las tendencias dentro de nuestras filas", añadió Losada, quien aclaró que su grupo no responde a la línea de gobierno. "No hemos apoyado ninguna de las reformas del gobierno Petro, y nuestra lucha se centra en la renovación del partido desde su estructura misma", puntualizó.
La propuesta de Velasco ha sido bien recibida entre aquellos que ven en Gaviria una figura con una postura demasiado rígida y cercana a intereses que consideran fuera del ideal progresista del Partido Liberal. El propio Velasco ofreció ceder su aspiración a la jefatura si Gaviria también se retira, una movida que podría abrir el camino para nuevas generaciones de líderes.
La influencia de fuerzas externas y el futuro del partido
En este contexto de disyuntivas internas, la sombra del petrismo se hace presente en la convención. Mientras algunos acusan a Velasco y su grupo de estar alineados con el gobierno de Petro, Losada y otros parlamentarios insisten en que sus votos reflejan una lucha genuina por la renovación y no un alineamiento con el gobierno. La situación, sin embargo, deja ver una intrincada red de influencias que sitúa a Gaviria en un extremo más conservador, dispuesto a dialogar con partidos de la derecha, como el Partido Conservador y el Centro Democrático.
Octavio Cardona, congresista liberal que apoya la continuidad de Gaviria, sostuvo que la permanencia del expresidente es clave para establecer alianzas que fortalezcan al partido de cara a las elecciones presidenciales de 2026. "Lo que se está jugando hoy es no solo el futuro del Partido Liberal, sino el futuro político del país", señaló Cardona, sugiriendo que la continuidad de Gaviria facilitaría una coalición de partidos de centro y derecha en una eventual contienda contra un candidato apoyado por el actual gobierno.
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Tensiones en la votación y críticas al proceso
La convención ha sido objeto de críticas en cuanto a la legitimidad del proceso de votación. Gaviria ha establecido un reglamento que permite votaciones digitales y la posibilidad de aprobar decisiones por aclamación, lo cual ha generado rechazo entre sus opositores. "Es inaceptable que se establezcan votaciones donde un delegado pueda representar hasta 30 votos ausentes, o que se establezca un 'silencio positivo' que da por aprobadas propuestas si no hay oposición expresa", manifestó Losada. Según él, estas prácticas recuerdan más a "una resolución del Consejo Nacional Electoral de Venezuela que a un proceso democrático transparente".
La jornada de hoy se prevé larga, con una agenda que podría extenderse hasta altas horas de la noche. La resolución de esta convención podría redefinir el rol del Partido Liberal en el escenario político colombiano, ya sea como un aliado del gobierno o como una fuerza de oposición que busca formar coaliciones con otros partidos tradicionales.
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En medio de las tensiones y con el peso de la historia sobre los hombros, el Partido Liberal está en un punto de inflexión. ¿Logrará Gaviria mantener su liderazgo y dar un paso hacia alianzas de centro-derecha? ¿O triunfará el deseo de renovación, con una dirección colegiada que abra espacio a voces nuevas y reivindique la identidad liberal? La decisión en Cartagena marcará el futuro del partido y posiblemente del mapa político colombiano.