La elección del nuevo contralor, Carlos Hernán Rodríguez , causó una serie de críticas en diferentes sectores sociales debido al contundente apoyo que tuvo por la mayoría de los partidos políticos. Además, algo que sorprendió a muchos, fue que el funcionario Rodríguez, no estuvo entre la primera lista de los primeros 10 candidatos al cargo.
El excongresista Germán Varón, en diálogo con Sala de Prensa Blu, habló sobre los primeros días del gobierno Petro y la elección del contralor.
“Es una circunstancia complicada. El contralor tiene unas obligaciones muy serias. El Gobierno, para facilitarse las cosas , decide hacer algo que antes critica como la elección a favor de un funcionario. Cuando era alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue sancionado por un contralor. Si él no va ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, su aspiración a la presidencia había sido más dura por ese proceso. Yo creo que trató, en esta ocasión, de ser más precavido con el contralor”, indicó.
Para Varón, el Congreso trata de tener un contralor que sea afín a sus proyectos.
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“La experiencia le ha hecho entender varias cosas, por ejemplo, que los organismos de control sean independientes, pero por lo menos afines para que no se le vuelva un problema. El otro tema, es llegar a las coaliciones, así se hace en todo el mundo, no es algo nuevo”, explicó.
Según el excongresista, las diferentes inconformidades que han tenido varios senadores pertenecientes al Pacto Histórico, y que han criticado algunas acciones del mandatario, pueden generar una posible oposición.
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“Es evidente que hay mucha gente molesta con la elección. En este caso, hay personas cercanas al presidente que le afectan estas acciones. Por ejemplo, el senador Bolívar, quien viene acompañando desde hace tiempo a Petro y quien ha criticado constantemente la elección del contralor. De pronto, más adelante, al presidente le vaya a pesar esa misma cercanía, porque a largo plazo, puede empezar a generar opositores”, precisó.
Por último, Varón aclaró que, la buena relación entre el Gobierno y Congreso, por lo general, perdura durante el primer año de mandato del presidente, después, el Congreso se vuelve más autónomo y pasa a tomar acciones más independientes.
“Hay una cierta inconformidad en el Congreso. La contraloría puede meter presión y vigilar la tarea de estos funcionarios, pero tener un control total también es complicado. Si el Gobierno se juega a cambiar la elección del contralor, sería posible, pero también hay que esperar cómo se desarrolla. Ahora, la luna de miel y las buenas acciones entre el Gobierno y el Congreso puede durar un año, después de eso habrá que esperar qué pasa con las disputas que siempre se presentan después de ese periodo”, afirmó.
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