A través de su cuenta en la red social X, el expresidente Álvaro Uribe señaló que para alcanzar un país equitativo es esencial implementar una reducción tanto en impuestos como en el gasto del Estado, con el fin de generar confianza en el sector privado y dinamizar la economía.
Luego de que ley de financiamiento , con la que el Gobierno buscaba recaudar cerca de $9.8 billones para el presupuesto de 2025, fuera rechazada por las comisiones económicas del Congreso, Uribe advirtió que el aumento de impuestos no es una solución viable, ya que los ciudadanos no tienen la capacidad de asumir más cargas fiscales.
En su mensaje, el expresidente subrayó que el escenario actual exige una revisión de los mecanismos económicos que permitan atraer la inversión y garantizar la estabilidad financiera sin afectar el bolsillo de los ciudadanos.
Según Uribe, una estrategia orientada hacia la reducción de impuestos y una gestión eficiente del gasto sería el camino para fortalecer el entorno económico y dar certidumbre a los agentes privados.
Asimismo, hizo una crítica a la postura de algunos candidatos que, durante las campañas electorales, se oponen a prácticas como el clientelismo político y la burocracia, pero una vez llegan al poder terminan replicando estas prácticas.
En este sentido, el expresidente también ha sido crítico con el enfoque fiscal del actual gobierno, argumentando que el intento de recaudar más recursos a través de mayores impuestos podría profundizar las dificultades económicas de los colombianos, quienes ya enfrentan altos niveles de informalidad y desempleo.
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El exmandatario ha sido claro en señalar que el panorama económico no puede depender únicamente de la presión fiscal sobre los ciudadanos, especialmente cuando las condiciones económicas presentan desafíos estructurales.
Hay ciudades, empezando por las capitales más importantes, con enormes e innecesarias estructuras burocráticas, lo mismo algunos departamentos. También se abusa de los contratos de servicios. Otros casos con pocas estructuras burocráticas pero recargadas de funcionarios. El clientelismo sigue campante. Hay candidatas y candidatos presidenciales que lo rechazan en el discurso y lo practicaron a sus anchas en la administración. El tamaño burocrático del gobierno Nacional es un desperdicio. Es la formación del gigantismo socialista que generaliza la pobreza sin rescatar a quienes más la sufren