Este lunes, 17 de abril, se llevó a cabo un evento en el museo de la Brigada de Asalto 2506 de Hialeah Gardens, en Miami, para honrar al expresidente Álvaro Uribe en conmemoración al 62 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba. El evento contó con la presencia de representantes de la comunidad cubana y colombiana.
Álvaro Uribe recibió las llaves del Condado Miami-Dade y de la ciudad de Hialeah en una ceremonia donde el comisionado condal por el distrito 12, Juan Carlos Bermúdez, destacó la figura del expresidente y le otorgó un diploma que lo declara Visitante Distinguido en nombre de la alcaldesa Daniella Levine Cava.
Además, el alcalde de Hialeah, Esteban Bovo, resaltó la trayectoria del expresidente Uribe y expresó su gratitud por su postura en contra de la izquierda. Bovo habló en nombre de las personas de su comunidad que también admiran al líder colombiano.
“Nosotros le tenemos un gran respeto a su trayectoria como presidente. Creo hablar en nombre de las personas de mi comunidad que agradecen su postura en contra de la izquierda”, dijo.
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El expresidente Uribe ya cuenta con una calle a su nombre en la ciudad y el Concejo de Hialeah proclamó el 17 de abril como el Día Álvaro Uribe Vélez.
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¿Qué fue la invasión de Bahía Cochinos?
La fallida invasión de Bahía de Cochinos (1961) es un episodio que ha dejado una huella indeleble en la historia de Cuba. A pesar de que han pasado seis décadas desde entonces, los exiliados cubanos que protagonizaron aquella operación siguen convencidos de que el fracaso se debió a la falta de compromiso e indecisión del entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, los cambios de planes y la falta de cobertura aérea para amparar el desembarco.
La invasión, liderada por unos 1.500 cubanos entrenados y financiados por Estados Unidos, tenía como objetivo recuperar la libertad de Cuba y evitar la dictadura comunista que ya llevaba 62 años en la isla. El desembarco en Playa Larga y Playa Girón, el punto más meridional de la bahía, estaba lleno de determinación, pero la misión fracasó.
Las claves del desastre de la operación anticastrista se explican por las "reservas" de Kennedy, quien maniobró para "ocultar el respaldo de EE. UU. a la invasión", la falta de cobertura aérea requerida para salvaguardar el desembarco y neutralizar los aviones de combate cubanos.
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Los exiliados cubanos defienden con firmeza no exenta de amargura que, de haber triunfado la invasión, se habría evitado una dictadura comunista que se prolonga ya por más de seis décadas en la isla.
Las claves del fracaso
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La falta de control del aire fue crucial en el desastre de la invasión. "De haber tenido el control del aire, que nos quitaron, se habría vencido a la dictadura comunista", dijo Johnny López De la Cruz, presidente de la Brigada de Asalto 2506, el grupo de combatientes cubanos que participó en la operación militar.
La aviación castrista no fue destruida en su totalidad, lo que permitió a Castro mantener el control del aire y neutralizar el desembarco. Cancelar los bombardeos sobre las bases aéreas militares y no acabar totalmente con la fuerza aérea castrista fue otro de los errores fatales.
Para los exiliados cubanos, la indecisión del presidente Kennedy fue un factor decisivo en el fracaso de la operación. Además, la orden de "ocultar la implicación de EE. UU. en la invasión" y reducir el "apoyo logístico" fueron errores muy graves que terminaron por condenar la misión.
El fracaso de la invasión tuvo un impacto duradero en la historia de Cuba. Se selló el destino actual de la isla y se prolongó una dictadura comunista que ha dejado su huella en varias generaciones de cubanos.