
El excancillerÁlvaro Leyva Durán sigue marcando distancia del Gobierno de Gustavo Petro. En un contundente mensaje, publicado en X, Leyva expresa su desencanto con Petro, anuncia el envío de una carta personal al presidente y lanza duras críticas contra el ministro del Interior, Armando Benedetti, por escándalos no aclarados.
En el mensaje, Leyva, quien fue uno de los primeros aliados de Petro en su llegada a la Presidencia, admitió que las "ilusiones” que lo colmaron al inicio “se fueron desvaneciendo", aunque agradeció la oportunidad de haber dirigido la Cancillería.
"Prudente ocultación de la verdad" vs. el bien común
El exfuncionario citó al filósofo español Antonio Millán-Puelles para justificar su decisión de hablar ahora: "Aprendí [...] que en algunos momentos se debe recurrir a una ‘prudente ocultación de la verdad’ para no ofender [...] pero que, al verse afectado el bien común, es pertinente dejar de lado esa ocultación".
Con esta advertencia, Leyva dirigió sus señalamientos hacia Benedetti, cuestionó su pasado y su manejo de polémicas como los diálogos con su la hoy canciller, Laura Sarabia y el caso de la niñera Marelbys Meza .
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"¿Qué podría contarnos sobre lo ocurrido después del Consejo de Ministros del martes 4 de febrero, noche tarde con dóberman incluido?", escribió en alusión a un episodio no aclarado. Además, cuestionó: "¿Se puede pensar que el cuerpo diplomático [...] son unos tontos como para no conocer ya quién es quién y qué ocurre?".
Leyva anuncia carta a Petro y advertencia sobre "algo más de fondo"
Leyva confirmó que enviará una misiva privada a Petro "de la manera más comedida", con reflexiones para Semana Santa, y rechazó que sus mensajes sean "enigmáticos", pese a haber cerrado anteriores publicaciones con una pregunta inquietante: "¿Puede ser lo anterior el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos necesariamente nos debemos preparar?".
Este es el mensaje completo de Álvaro Leyva:
Ciudadanas, ciudadanos:
Creí en el discurso de Petro candidato. Por esto le acepté el Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde la Constituyente del 91 no ejercía función pública alguna. Le agradecí que hubiera pensado en mi para tan alto cargo. Y lo reitero. Pero por circunstancias por él conocidas, las ilusiones que me colmaron al inicio se fueron desvaneciendo. Hoy solo me queda uno que otro recuerdo grato.
Mas pienso en mi país y pienso y pienso en mi país. En nada más. No puedo ser inferior. ¿Ocultar? ¿No ocultar? Ya lo he dicho: Aprendí del filósofo español ampliamente reconocido Antonio Millán-Puelles, amigo personal de cercano trato, que en algunos momentos se debe recurrir a una “prudente ocultación de la verdad” para no ofender; para evitar daños. Pero que mutatio materiae, en el caso que nos ocupa, al verseafectadoel bien común, es pertinente dejar de lado esa “prudente ocultación de la verdad”. No se piense que no es difícil referirme a ciertas circunstancias para ir aproximando el centro del meollo.
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Inicio refiriéndome al actual Ministro del Interior conocido de marras en el país y en el exterior. ¿Qué ya se rehabilitó? Quien escribe este mensaje viene de haberlo lidiado, padecido. No me cabe entonces soslayar alertas rojas a estas alturas de la vida. A propósito, ¿qué podría contarnos sobre lo ocurrido después del Consejo de Ministros del martes 4 de febrero, noche tarde con dóberman incluido?
Para referirme a algo menos personal del señor ministro, vemos que llegó a la altísima responsabilidad pública sin haber esclarecido antes los alcances de los diálogos que tuvieron lugar entre él y quien fuera su subalterna, dados a conocer por la revista Semana en junio de 2023. Y sin que ninguno de los dos – ella hoy en la cumbre del poder –, hubiese explicado qué sucedió con la niñera, de la última, Marelbys Meza. Y qué del consabido tema del polígrafo; de los hoy detenidos como resultado de ese insuceso y demás cuentos espeluznantes con suicidio incluido y viaje de la señora Meza a Venezuela. Y lo que ha venido conociéndose relativo al actuar de la susodicha funcionara después de aquellos insolutos casos.
Ahora, ¿se puede siquiera pensar que el cuerpo diplomático acreditado en Colombia está integrado por un poco de tontas y tontos como para no conocer ya quién es quién y qué ocurre? Y las cancillerías de todas las naciones qué. ¿Y que los embajadores que integran el Consejo de Seguridad son unos desinformados?Próximos estamos a rendirlea esa corporación el informe trimestral sobre la implementación de la paz.
A esto me referiré oportunamente.
Y por favor no sigan pensando que estos mensajes son enigmáticos o crípticos como lo señalan algunos por haber concluido más de unocon la pregunta ¿puede ser lo anterior el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos necesariamente nos debemos preparar?
Esta misma semana le haré llegar de la manera más comedida al señor Presidente Petro una carta personal que esperocomprenda y asimile con patriótica generosidad. Reflexiones para tener en cuenta en la Semana Santa.