La crisis política en Nicaragua se ha intensificado con las recientes reformas constitucionales que, según Enrique Sáenz, exdiputado y expresidente del Movimiento Renovador, son parte de un autogolpe de Estado orquestado por Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
En diálogo con Mañanas Blu con Camila Zuluaga, argumentó que la situación actual en el país es el resultado de un régimen que ha sido capaz de apoderarse de toda la institucionalidad pública con el fin de acumular riquezas.
Un “autogolpe” de Estado
El exdiputado dijo que en Nicaragua lo que está pasando ahora es el concepto denominado como autogolpe, que, detalló, implica que un líder o grupo se apodera de la totalidad de la institucionalidad para transformarla a su favor, eliminando el marco constitucional y legal que antes la regía.
"Es que en Nicaragua ni izquierda, lo que hay entronizado en el poder es una mafia que se ha apoderado de toda la institucionalidad pública con el objetivo único de acumular riquezas al amparo del poder político. Nada tiene que ver, más allá de algunos discursos, Ortega con la izquierda y menos con izquierda Democrática. Es una mafia y, aunque parezca un poco exagerado para algunos oídos, en realidad lo que ocurrió en Nicaragua o lo que está ocurriendo es un autogolpe de Estado”, indicó.
¿Qué un autogolpe? Cuando un grupo de personas o una persona por sí y ante sí, se apodera de la totalidad de la institucionalidad pública, transforma su voluntad como única fuente de poder y aniquila el marco constitucional o jurídico. Es lo que ha ocurrido en Nicaragua. Buena parte de lo que está consignado en este adefesio que yo rehúso llamar reformas constitucionales
La situación de la Iglesia y la oposición
El exdiputado resaltó cómo se han atacado a las organizaciones religiosas y se han eliminado a los candidatos presidenciales que podrían desafiar a Ortega. A su juicio, el silencio de la comunidad internacional ante estas violaciones está permitiendo que el régimen actúe con impunidad.
El futuro de Nicaragua
Preguntado sobre cuál podría ser la salida ante esta crisis, hizo un llamado a la unidad entre los diferentes sectores de la oposición. Enfatizó que es fundamental concertar voluntades más allá de las diferencias ideológicas para crear un plan de acción, que incluya resistencias internas y un enfoque internacional.
Pueblo en resistencia
Contrario a la noción de que el pueblo nicaragüense está adormecido, Sáenz aseguró que está bajo un régimen represivo que ha limitado severamente las libertades. Recalcó que salir a la calle o incluso ir a misa se ha convertido en un “acto de desafío".