El nombramiento de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia ha generado una gran controversia. El Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través del canciller Luis Gilberto Murillo, anunció esta designación que ha desatado fuertes debates debido al perfil del elegido, conocido por su pasado mediático y judicial, así como por su estilo polémico en redes sociales.
Mendoza es abogado y escritor, reconocido principalmente por ser el creador de la serie Matarife: Un genocida innombrable , una producción que vinculó al expresidente Álvaro Uribe con graves acusaciones como paramilitarismo y narcotráfico. Aunque la serie recibió premios como el India Catalina, también fue fuertemente criticada por considerarse sesgada y carente de rigor. Además, Mendoza enfrentó una sentencia de la Corte Constitucional que lo obligó a rectificar varias afirmaciones hechas en la serie.
Otro episodio que marcó su trayectoria fue su expulsión del club El Nogal en 2017, tras acusar a su junta directiva de corrupción. Aunque un fallo del Tribunal Superior de Bogotá anuló las actas que respaldaron su expulsión, el caso contribuyó a su imagen de figura controvertida.
A esta lista de polémicas se suma su historial en redes sociales. En particular, un trino que incluye la frase "El olor de tus tetas es la cocaína que acelera mi verga" ha sido citado como un ejemplo de sus expresiones inadecuadas para alguien que debe representar a Colombia en un ámbito diplomático.
El sindicato de la Cancillería, Unidipro, ya expresó su descontento con el nombramiento de Mendoza, calificándolo como una decisión que ignora la meritocracia en el servicio exterior. Este caso se suma a otros cuestionados en el actual Gobierno, como los de Moisés Ninco Daza en México y Sebastián Guanumen en Chile, lo que ha generado críticas sobre el manejo político de las designaciones diplomáticas.
Por su parte, Daniel Mendoza ha defendido su nombramiento afirmando que habla inglés y francés, que ha vivido un año en Bangkok y que está profundizando en el conocimiento del budismo. Sin embargo, sus críticos cuestionan si su perfil es el adecuado para representar a Colombia en un país como Tailandia, donde la diplomacia requiere un alto grado de preparación y sensibilidad cultural.
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