El ministro del Interior, Armando Benedetti,
confirmó en una entrevista en Mañanas Blu con Néstor Morales que laconsulta popular
será una de las estrategias clave del Gobierno para impulsar las reformas sociales, en especial la laboral, de cara a las elecciones de 2026
. La iniciativa surge en respuesta a lo que Benedetti calificó como un “bloqueo institucional” por parte del Congreso, luego de que ocho senadores de la Comisión Séptima firmaran la ponencia de archivo de la reforma laboral
.
El impacto político de la consulta popular: "Dieron papaya"
Más allá de lo legislativo, la consulta popular se perfila como un componente clave en la estrategia electoral del Gobierno para 2026, según dijo el ministro. Benedetti reconoció que esta será la “bandera política” del oficialismo en las próximas elecciones: “Nos dieron papaya”.
En el 2026 el pueblo decidirá si está con trabajador. Están las cosas entre el Ejecutivo y el Legislativo hoy. Pero ellos querrán seguir dando papaya porque entonces, será en el 2026, en marzo del 2026, que el pueblo diga quiénes están con los trabajadores y quiénes no, quiénes quieren que les reconozca realmente el trabajo y no los esclavice, quienes sí y quiénes no.
dijo
Ante la pregunta de Néstor Morales sobre si el "papayazo" implica que la consultase convierta en la bandera del Gobierno en las elecciones del próximo año, Benedetti respondió tajantemente: "Le podría decir que sí".
Benedetti dijo que el Congreso ha cerrado las puertas a la discusión de la reforma laboral, lo que ha obligado al Gobierno a buscar nuevas estrategias para su aprobación.
“Nunca antes había pasado que alguien no debata y no vote”, afirmó el ministro tras señalar que el procedimiento habitual permite que se presente una ponencia negativa, pero con la oportunidad de debatirla y votarla. Sin embargo, en este caso, “se colaron dos senadores que no eran ponentes” para sumar una mayoría que bloqueó el avance de la iniciativa.
El Gobierno considera que la reforma laboral es fundamental para mejorar las condiciones de los trabajadores, incluyendo el pago del 100 % de los recargos dominicales y festivos, la ampliación de la jornada nocturna y una mayor estabilidad laboral. Sin embargo, Benedetti aseguró que hay sectores políticos y empresariales que buscan frenar estos cambios: “Hay unos empresarios, unaANDI
, unos candidatos presidenciales y unos congresistas que no quieren que la clase obrera tenga mejores condiciones”.
Consulta popular no tiene reversa
Ante este panorama, el Gobierno
ha decidido impulsar la consulta popular como un mecanismo de respaldo ciudadano a sus reformas. Benedetti dejó claro que esta decisión ya está tomada: “No tiene reversa”. Según explicó, el proceso inicia con la firma de todos los ministros para luego ser enviado al Senado, que tiene 30 días para votar la proposición. Una vez aprobada, el Presidente tiene tres meses para convocar a elecciones mediante la Registraduría.
El ministro destacó que la consulta no busca reemplazar el trabajo del Congreso, sino más bien fortalecer la participación ciudadana. “Por encima del Congreso y del Ejecutivo está el pueblo y la participación ciudadana”, argumentó. Además, insistió en que esta estrategia permitirá que sectores como los trabajadores, los estudiantes e indígenas se movilicen para respaldar las reformas.
Riesgos y desafíos de la consulta
A pesar de la confianza del Gobierno en esta estrategia, la consulta popular enfrenta desafíos legales y políticos. La Ley 134 de 1994 establece que las preguntas deben ser formuladas de manera clara y específica, sin incluir proyectos de articulado. Esto obligaría al Gobierno a definir cuidadosamente la redacción de la consulta para que no sea declarada inconstitucional.
Además, Benedetti reconoció que existe el riesgo de perder la consulta en las urnas. “La probabilidad de perder siempre está latente, pero para eso son las campañas”, dijo, calculando que el Gobierno podría contar con alrededor de 8 millones de votos de respaldo.