¿Un terrible accidente marcará para siempre la carrera de "El volador Benítez"?

Roberto y Ariel terminaron en una estación de policía acusados de riña y escándalo público. Ya en la mañana, los efectos del alcohol habían pasado y el volador pidió disculpas y asumió su responsabilidad en un acto de nobleza. El incidente no pasó a mayores y al siguiente fin de semana los dos jugadores estaban otra vez en la cancha.

Sin embargo una mezcla de frustración y rabia empezó a apoderarse del "Volador Benítez", los hinchas del equipo iban perdiendo la paciencia y empezaban a presionar desde la tribuna para que la estrella fuera a la banca y le cediera su lugar a otro jugador. Como respuesta, Roberto se tornó violento, agresivo, bocón y fue expulsado varias veces hasta volverse un problema para el equipo.

"Nada es raro que haya sido una orden de la Asociación Internacional", decía Roberto como argumento de defensa.

Por otra parte, tras una pelea con su mamá ésta decide irse de Shanghái a darse una oportunidad con su papá. "Ahí tiene la puerta abierta. Igual yo con ustedes nunca he contado para nada. Y ya es hora que asuma de una vez por todas que estoy solo en la vida", le dice Roberto en un arranque de ira.

A su vez, la selección estaba teniendo una desastrosa actuación en la eliminatoria del mundial y el país entero exigió el regreso de Benítez al combinado. La Asociación Nacional guardó silencio y como suele ocurrir, pronto la noticia fue otra y el tema quedó sepultado gracias a la actuación de un ciclista nacional que descollaba en las más importantes carreras del mundo. Dentro de las canchas chinas, el Volador se fue volviendo más y más errático. A esas alturas, era más lo que alegaba que lo que jugaba.

Las noticias desde Shanghái por su parte, afirmaban que Roberto había tenido un grave accidente automovilístico en el que su rodilla había quedado destrozada. Shanghái estaba destinada a ser la última estación de Roberto el Volador Benítez como futbolista. Esta historia continuará.