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Roberto "El volador Benítez" se retira del fútbol con una gloriosa despedida

En el capítulo 11 de "El futbolista presidente", la carrera de Roberto se vio afectada por un grave accidente que le impidió volver a jugar fútbol. Y esta vez tendrá que rehacer su vida desde cero.

Llega “El futbolista presidente”, la audionovela de Dago García
Llega “El futbolista presidente”, la audionovela de Dago García
Foto: Blu Radio

Roberto decidió retornar a Colombia y regresar, así fuera temporalmente, a la casa de sus padres. Vea, mi amor, en este cuarto tiene de todo. Tiene toallas limpias, cajones para que acomode sus cositas, tiene su baño propio, teléfono, televisor mejor dicho, aquí va a estar más cómodo que en el mejor hotel. Y cualquier cosa que necesite no es sino que me llame" Le dijo su mamá como recibimiento.

"Sé que me equivoqué mucho en la vida con usted. No fui el padre que debía haber sido", le dijo su papá. A lo que Roberto le contestó que le hubiera gustado que en algún momento le hubiera preguntado cuál era la vida que él quería. "Por dentro siento que algo me hizo falta. A veces siento una rabia que no sé exactamente de dónde es que viene, pero que sospecho que tiene que ver con eso. Yo de niño le tenía miedo, papá".

"Lo siento, hijo. Le juro que lo siento y que si pudiera devolver el tiempo, lo haría y corregiría muchas cosas", le respondió Gustavo.

Por otra parte, Roberto se reencuentra con su amor de adolescencia, Patricia y finalmente logra lo que tanto anheló cuando apenas tenía 17 años. Casarse con ella. Por otra parte, el partido de despedida del volador Benítez fue una verdadera y contundente demostración de cuánto la gente quería y respaldaba a su ídolo. Miles se quedaron sin poder entrar al estadio y la transmisión del juego por televisión rompió todos los índices de audiencia.

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"A mis compañeros jugadores les quiero decir que por favor no bajen nunca la cabeza. Que hay que seguir luchando por la dignificación del futbolista y que siempre que lo necesiten en mí van a tener un amigo dispuesto a darles una mano y a poner el pecho", les dijo.

Prácticamente sin proponérselo, Roberto siguió siendo una figura mediática. Hizo comerciales de televisión, trabajó como comentarista de fútbol de una cadena internacional y todo lo que estaba pasando alrededor de Roberto no pasó desapercibido para Miguel Dorado, un político populista que estaba empezando su campaña a la presidencia de la república.

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"¿Señor Benítez, nunca ha pensado entrar en la política?", le dijo el político. Dorado estaba dispuesto a convencer a Roberto de la afinidad de ideas que tenían en temas como la justicia y la equidad. Todo lo que usted estuvo luchando contra la asociación internacional y la dirigencia del fútbol, denunciando la corrupción y la inequidad, era nada más ni nada menos que política en su estado más puro. "Vea, Roberto, el arma más preciado de un político es su popularidad y su credibilidad. Y usted tiene las dos. Ahora úselas al servicio de los más necesitados. Acompáñeme en esta campaña y saquemos adelante el país. No veo que descartes del todo la idea".

Esta historia continuará...

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