Las inmensas dudas en torno a los resultados de las elecciones del pasado 13 de marzo han provocado una crisis de credibilidad inédita sobre el papel de la Registraduría.
Aunque en 2014 y en 2018 también hubo algunas dificultades con el formulario E-14, lo ocurrido en las recientes elecciones para Senado y Cámara, abrió una puerta muy delicada para que diferentes sectores políticos desconozcan los resultados de la voluntad popular, expresada en las urnas.
Una cadena de errores en el proceso de selección y capacitación de los jurados, en el diseño del formulario E-14 y en la transmisión de datos, a lo que podríamos sumar la actitud soberbia del Registrador Alexander Vega, llevaron a que en el escrutinio aparecieran cerca de 500 mil votos que no habían sido sumados para el Pacto Histórico de Gustavo Petro.
La verdad es que ningún partido político quedó conforme con los resultados que entregó la Registraduría, al punto que mientras Petro y sus aliados de manera temeraria cantaron fraude una vez se conocieron los datos del preconteo pues esperaban un mejor resultado, quienes salieron a criticar al sistema electoral cuando se conocieron los datos del escrutinio fueron los partidos afectados con la pérdida de curules que fueron ganadas por el Pacto Histórico, es decir, el Centro Democrático y el Partido Conservador.
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Más allá de esta disputa, desde diferentes sectores políticos, incluso desde la Centro Esperanza han respaldado la idea de pedir un recuento total de votos, que solamente podría ser autorizado por la Sala Plena del Consejo Nacional Electoral, aunque ya surgen las primeras dudas sobre si el material electoral permanece o no en cadena de custodia.
Lo que está en juego ante la posibilidad de abrir las bolsas donde están los votos de los colombianos depositados el pasado 13 de marzo, no es menor: por una parte, se juega la credibilidad del sistema electoral de cara a las elecciones presidenciales; además, está en juego la composición del nuevo Senado de la República, específicamente el porcentaje de participación que tendrán los partidos de izquierda y de derecha y quiénes serán mayoría, cifra clave para el próximo presidente.
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En este momento crucial de la vida política del país, se necesita grandeza de los líderes políticos de todos los partidos, para no terminar de estropear el alicaído sistema electoral, que ha sido tradicionalmente garante de la democracia colombiana.
Por otro lado, ante la situación vivida el pasado 13 de marzo, serán los electores del Registrador Alexander Vega, en su momento los presidentes de la Corte Suprema, del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional y en este momento los entes de control como la Procuraduría, si consideran adecuado citar al funcionario para que rinda cuentas sobre su trabajo al frente de una de las entidades fundamentales para nuestra democracia.
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