Tras la liberación de Luis Manuel Díaz, se abre una profunda discusión en la mesa de negociaciones, para que el ELN abandone definitivamente la abominable práctica del secuestro.
El secuestro del papá del goleador colombianoLuis Díaz terminó siendo contraproducente para esa guerrilla, porque como hace mucho tiempo no sucedía, unió a todo el país y a la comunidad internacional en su contra y segundo, porque anticipó un debate en la mesa de diálogo que ellos habían evitado, en torno a la decisión impostergable que deben tomar y anunciar frente a su renuncia definitiva al secuestro.
Lo primero que debe pasar, a partir del caso de Mane Díaz, es que el ELN entregue al gobierno y a la opinión pública, un listado real y actualizado de las personas que mantiene secuestradas, para proceder a su inmediata liberación.
Eso permitirá superar el vacío de datos verídicos sobre las personas en cautiverio en poder de esa guerrilla: la Policía y el Ministro de Defensa hablan de 32 personas secuestradas, el jefe negociador del gobierno Otty Patiño habla de 30 plagiados, mientras que otros negociadores de paz reportan 19 secuestrados, todos con fines extorsivos.
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En los próximos días, en la mesa de negociaciones, el gobierno y ELN se verán cara a cara para discutir las propuestas que hicieron tras la liberación de Luis Manuel Díaz: el gobierno puso como condición para seguir adelante en la mesa, que ese grupo libere a todos los secuestrados y que renuncie a esa práctica, mientras que el ELN dice que está dispuesto a discutirlo.
El tema de fondo es la manutención de los guerrilleros del ELN mientras se produce la dejación definitiva de las armas, que no puede estar ligado en ningún caso a una justificación de la práctica del secuestro y de la extorsión.
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Llegó el momento de la verdad: el ELN tiene que liberar de inmediato y sin condiciones a todos los secuestrados en su poder.