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Toda una misión: la tarea de los maestros en las zonas de conflicto y pobreza en Cauca

La pobreza y la falta de oportunidades, los grupos armados ilegales, el narcotráfico y la ausencia de un Estado, son uno de los mayores problemas que viven los niños en el Cauca.

Alberto Linero
Alberto Linero
Foto: Blu Radio.

Ella se mueve con parsimonia y habla con fluidez y sabiduría. Su piel negra, su cabello crespo y sus dientes blancos que resaltan, me llenan de nostalgia, recordándome a mi abuela materna. Es una docente del Cauca, que me mira con ternura y dice: "Nos dedicamos a formar a los niños, a cuidarlos en medio de las peores condiciones sociales y familiares, a inspirarlos para que tengan un proyecto de vida, para que no tomen las armas y, si lo hacen, que esas armas no nos alcancen". Esta frase refleja su misión y también la complejidad de la zona donde trabajan, en medio de un conflicto complejo que parece irresoluto.

Estoy en la Feria de Bienestar Docente «Desconéctate para Reconectar», organizada por el Ministerio de Educación Nacional con el apoyo de la oficina de Bienestar, Seguridad y Salud en el Trabajo de la Secretaría de Educación y Cultura del Departamento del Cauca. Me alegra mucho estar aquí, no solo porque tengo la oportunidad de conversar con los docentes, quienes a menudo son tan infravalorados por nuestra sociedad, sino también porque me permite comprender mejor las duras condiciones en las que ejercen su misión.

En algunos de estos pueblos, ellos son la única presencia del Estado. En otros, en medio de las balas, intentan enseñar que las letras son más poderosas. La soledad y la distancia de los suyos, ya que muchos provienen de otras regiones del país, ponen a prueba no solo su resistencia física, sino también su salud mental. Antes de dar mi conferencia, escucho más relatos que solo refuerzan mi impresión de que sabemos muy poco sobre estas zonas de conflicto, donde se entrelazan lo interétnico, la pobreza y la falta de oportunidades, los grupos armados ilegales, el narcotráfico y la ausencia de un Estado que ofrezca condiciones dignas de vida.

Celebro este espacio donde los docentes se reencuentran con sus compañeros, comparten vivencias, se sienten valorados y reciben una formación que los ayuda a regresar al trabajo con más energía y motivación. Los hago reír con las anécdotas que me gusta relatar y espero haber sembrado algunas reflexiones y tareas existenciales que les ayuden a mantenerse en armonía a pesar de las circunstancias. Luego, siguen las fotos, los abrazos y las palabras de agradecimiento.

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