Una dura advertencia hizo la Contraloría al gobierno del presidente Gustavo Petro, al suspender por un mes de su cargo, al director de la Unidad para la Gestión de Riesgo de Desastres, Olmedo López, por negligencia, al haberse negado a responder los requerimientos del ente de control sobre dos asuntos clave relacionados con la inversión de millonarios recursos públicos para atender dos emergencias causadas por fenómenos naturales.
La historia detrás de esta suspensión tiene que ver con la falta de respuesta del director de la Unidad de Gestión de Riesgo, ante las insistentes solicitudes de la Contraloría para conocer los avances de la reconstrucción de varios puntos de Mocoa, arrasada por una avalancha en marzo de 2017 y frente a la reconstrucción del municipio de Piojó, Atlántico, arrasado por las intensas lluvias en noviembre de 2022.
Según la Contraloría, Olmedo López no solamente brilló por su ausencia en dos eventos públicos citados por esa entidad para analizar los avances de las obras, sino que o no respondió, o lo hizo de manera extemporánea, las solicitudes de información de los investigadores, lo cual pone en riesgo los recursos públicos, toda vez que no se puede llevar a cabo una auditoría clara y sobre todo, vulnera los derechos de los habitantes de Mocoa y de Piojó, toda vez que no reciben información clara sobre los procesos que los afectan.
La medida de la Contraloría busca solucionar la falta de información suministrada por la Unidad para la Gestión de Riesgo, y consiste fundamentalmente en suspender durante un mes de su cargo al señor Olmedo López, quien dejará de recibir su sueldo en ese periodo, mientras que el presidente Gustavo Petro tendrá que nombrar a un encargado de ese despacho.
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Este episodio muestra lo que podría ser una tendencia de un sector de funcionarios del actual gobierno, a quienes les cuesta trabajo rendir cuentas a los entes de control y se les dificulta el trabajo armónico con otras ramas del poder público. La clave ahora es, primero que el Presidente acate la decisión y ejecute lo correspondiente y sobre todo, que en el caso particular, el “campanazo” para el director de la Unidad de Gestión de Riesgo lo lleve a ponerse al día en la entrega de información y asistir en la medida de sus posibilidades a los eventos convocados por la Contraloría.