La pandemia nos ha hecho revisar aspectos de la vida cotidiana que no nos parecían importantes; por ejemplo, personas que no se habían dedicado a la jardinería, encontraron en todos estos acontecimientos una oportunidad para hacerlo. Y claro, los científicos realizan estudios que permitan entender por qué esto es importante.
Si revisamos las revistas indexadas, encontraremos estudios de todo tipo que anteriormente no considerábamos valiosos, por ejemplo, un grupo de investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas de la Escuela de Ingeniería Agronómica (Universidad de Sevilla), realizó un estudio que demostró que la presencia de plantas en los hogares influyó positivamente en el bienestar emocional de la población durante el primer período de confinamiento debido a la pandemia.
Según nos cuentan Luis Pérez y Rafael Fernández Cañero, “una gran mayoría de los más de 4.200 encuestados, estuvo de acuerdo en que tener vegetación en sus viviendas contribuyó positivamente a su estado de ánimo durante el período de confinamiento por la covid-19. También manifestaron haber hecho un uso más habitual de los espacios al aire libre de sus casas (balcones, terrazas, patios…) para cultivar sus plantas”. Este estudio que apoya la biofilia, muestra la correspondencia entre bienestar y una buena relación con el entorno natural. Me gusta el resultado por varias razones:
1. Porque nos recuerda que tenemos que salir de esa visión antropocéntrica que cree que el ser humano es el centro del universo y que todo está hecho para él, y pasar a una visión geocéntrica que lo haga entender como parte de un sistema y que su supervivencia está ligada estrechamente al destino del planeta. En la medida que nos veamos así, seguro dejaremos esa actitud depredadora que tiene en riesgo nuestro hábitat.
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2. Se nos expone una herramienta más para tratar de mantener el equilibrio emocional en este tiempo de pandemia y de turbulencia en todas las dimensiones de la vida. El virus y las circunstancias de estos días nos mantienen bajo presión y nos generan la necesidad de saber gestionar nuestras emociones para poder seguir siendo las personas productivas y felices que queremos ser.
No podemos despreciar ninguna posibilidad que se nos dé para crecer en el mejoramiento de nuestras relaciones, que siempre implica que haya una buena consigo mismo, con las personas que nos acompañan y con la naturaleza. Solo podremos estar sanos si tenemos relaciones sanas
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Escuche aquí la opinión de Alberto Linero en Mañanas BLU: