Si queremos apoyar el fútbol femenino tendremos que ser verdaderos consumidores de este espectáculo

Confieso que no he ido al estadio a ver ningún partido de fútbol femenino . Creo que allí, en la cancha, es donde realmente éste se apoya. Ser hincha frente al televisor o con el radio a la oreja es valioso, pero son los que van a la cancha los que pueden reclamar ser hinchas por este juego.

Esto lo digo porque estamos en la época en la que se cree que con bellos discursos se pueden sostener algunas realidades y porque en estos días en que la selección Colombia hace una buena participación en el mundial muchos comienzan a expresarse como los más hinchas del equipo.

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Esto no sólo pasa aquí, sino que algunos medios internacionales han señalado la incoherencia entre el discurso y las acciones del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien había insistido que se tenía que valorar el mundial femenino tanto como se hace con el masculino, tanto que insistió en que rechazo propuesta de transmisión por muy ser muy bajas en lo económico.
Exactamente dijo: “En algunos países nos dicen con mucha insistencia... que debemos poner más el acento en la igualdad de oportunidades, en la igualdad, en la no discriminación, en tratar a hombres y mujeres de la misma manera, que es, desde luego, lo que debemos hacer y tratamos de hacer lo mejor que podemos… Es importante que todos pongan la acción detrás de las palabras y empecemos a tratar el fútbol femenino de la misma manera”.

Sin embargo, hoy el medio Sky News insistía en que el presidente de la FIFA había abandonado el campeonato mundial, mientras que en el de Qatar estuvo todo el torneo. Esto es, dice, pero no hace lo que dice.

Creo que este ejemplo es para todos. Si realmente queremos apoyar, promover y celebrar el futbol femenino tendremos que ser verdaderos consumidores de este espectáculo. No es de “boquilla” como se apoya a estas talentosas mujeres.