Se agota el tiempo para que Petro defina su postura frente al régimen de Nicolás Maduro

Se agota el tiempo para que el gobierno del presidente Gustavo Petro defina con claridad su postura frente al régimen de Nicolás Maduro, que con sus acciones autoritarias, sigue dinamitando cualquier posibilidad de una negociación política que permita la transición de poder en Venezuela.

Aunque Petro intenta mantener los puentes diplomáticos que han tendido Colombia, Brasil y México con Maduro para que haya una entrega transparente de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, en las que según diferentes organismos veedores, ganó el opositor Edmundo González Urrutia, el régimen venezolano sigue recorriendo el peligroso camino hacia el autoritarismo y el aislamiento de la comunidad internacional.

Mientras Estados Unidos decomisó el avión que utiliza Nicolás Maduro y la justicia chavista ordenó la captura del que para varios países y para más de 7 millones de venezolanos es el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, el presidente Gustavo Petro convocó a varias reuniones de emergencia, entre ellas una de su gabinete para evaluar los efectos del nuevo escenario y otra de los cancilleres de Colombia, Brasil y México, a la que en algún momento se sumó el canciller venezolano Yvan Gil.

Finalmente hoy se daría la reunión virtual entre los presidentes Gustavo Petro, Luiz Ignazio Lula Da Silva, Andrés Manuel López Obrador con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la que deberían quedar definidas las posiciones y tendría que ser definitiva para saber si puede continuar o no con una mediación que por ahora parece condenada al fracaso.

Hoy no pareciera posible que Nicolás Maduro y el régimen de Venezuela reconozcan los verdaderos resultados electorales del 28 de julio y tampoco existe hoy la posibilidad de una negociación política con María Corina Machado, lo cual evidentemente tendrá consecuencias graves para millones de venezolanos y de manera paralela para Colombia.

Pese a que hoy se mantienen abiertos los canales diplomáticos entre Colombia y Venezuela, no es claro si el régimen de Nicolás Maduro mantendría o no esa posición, lo cual podría tener consecuencias serias para millones de colombianos y venezolanos, además de la nueva oleada migratoria que ya comienza a presentarse desde territorio venezolano luego de los resultados electorales.

Colombia no puede reconocer los resultados de las elecciones entregados por Nicolás Maduro, que a todas luces es fraudulento, y debe hacer público su rechazo a las continuas y graves violaciones a los Derechos Humanos cometidos por el régimen, así al presidente Petro tenga la opinión de que en Colombia su antecesor fue tres veces más dictador que Maduro.