Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Linero sobre la eutanasia de Javier Acosta: "Conciencia humana es inviolable"

No es fácil aceptar esta postura para quienes confiamos en Dios, quien siempre puede sorprendernos. Claro, haré una oración por Javier Acosta.

Alberto Linero
Alberto Linero
Foto: Blu Radio.

La dura historia de Javier Acosta, un joven de 36 años afectado por la bacteria “Candida auris”, quien, después de batallar intensamente contra ella y darse cuenta de que no puede vencerla, sino que esta lo deteriorará día a día, ha decidido solicitar la eutanasia, ha sido para mí motivo de profunda reflexión, pues desafía muchas de mis creencias.

Desde mi fe, esta situación es difícil de comprender porque, para nosotros los creyentes, la vida humana tiene un valor intrínseco y sagrado que no puede ser decidido por el individuo, independientemente de las circunstancias. Como cristianos, confesamos que Dios es el dueño de la vida y que nadie tiene el derecho de quitarla o quitársela.

En busca de respuestas, volví a leer al teólogo Hans Küng para intentar comprender, desde mi experiencia de fe, este tipo de circunstancias. Él expone algunos argumentos a favor de la eutanasia:

1. Respeto por la vida y la dignidad: Küng sostiene que un respeto auténtico por la vida implica reconocer el derecho de las personas a decidir sobre el final de sus vidas, especialmente cuando el sufrimiento es insoportable y la calidad de vida se ha deteriorado significativamente.

Publicidad

2. Sufrimiento y calidad de vida: Para el teólogo suizo, prolongar artificialmente la vida en condiciones de sufrimiento extremo es una forma de crueldad. La eutanasia, entendida como una "ayuda a morir" en determinadas circunstancias, puede ser un acto de compasión.

3. Autonomía individual: Cada persona tiene el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y su vida. Según él, este derecho se extiende también a la decisión de poner fin a una vida que se considera indigna.

Publicidad

Hans Küng ofrece una interpretación más flexible de los textos bíblicos relacionados con el suicidio y la muerte, argumentando que estos textos no pueden ser aplicados de manera literal a las complejas situaciones que se presentan en la sociedad moderna.

No es fácil aceptar esta postura para quienes confiamos en Dios, quien siempre puede sorprendernos. Sin embargo, no me atrevo a juzgar a nadie que tome esta decisión, pues creo que la conciencia del ser humano es inviolable y que se debe respetar totalmente cualquier decisión tomada en ella. Y claro, haré una oración por Javier Acosta.

  • Publicidad