Cada vez más estudios intentan precisar la influencia real de las redes sociales
en la vida humana, explorando cómo estas plataformas posibilitan nuevas formas de comprender la realidad, relacionarse y juzgar, en resumen, de existir en la vida. Algunos, como la filósofa Adela Cortina, sostienen que las redes sociales ponen en entredicho lo fundamental de la democracia al basar su negocio en la vigilancia de datos personales, lo cual resulta antitético a la libertad democrática. Cortina señala que al construir perfiles de usuarios y predecir y condicionar sus comportamientos, las redes socava los principios democráticos y fomenta la polarización social al exacerbar emociones en los debates.
Asimismo, numerosos estudios intentan demostrar el impacto concreto de estas tecnologías en las prácticas y rutinas de los usuarios. Por ejemplo, un estudio reciente de la Universidad de Boston encontró una relación directa entre el uso de redes sociales
y el aumento de cirugías estéticas. Este estudio analizó el comportamiento de usuarios que pasan mucho tiempo siguiendo a celebridades y consumiendo contenido visual altamente editado en plataformas como TikTok, Instagram y Facebook. Reveló cómo estos usuarios pueden desarrollar una imagen distorsionada de sí mismos debido a los numerosos filtros disponibles, y cómo tienden a identificarse con ciertos estándares de belleza, lo que los lleva a buscar la cirugía estética para alcanzarlos.
Estos hallazgos no son sorprendentes en una sociedad donde la baja autoestima y el deseo de cumplir expectativas sociales son comunes. Estos ejemplos destacan la necesidad de establecer límites en el uso de las redes sociales y de ser críticos con la información que encontramos en ellas, ya que gran parte de ella no merece ser tomada en serio al ser producto de intereses particulares.
En resumen, las investigaciones sobre el impacto de las redes sociales revelan tanto su potencial para influir en la sociedad como los riesgos asociados con su uso indiscriminado. Es fundamental abordar estas cuestiones con una actitud reflexiva y crítica para salvaguardar los valores democráticos y el bienestar individual y colectivo. No todo lo que se dice en redes en real, mucho no se le puede tomar en serio.