En el mes de agosto el robot GPT-3, un poderoso generador de lenguaje basado en un sistema de Inteligencia Artificial, escribió un artículo en el diario británico ‘The Guardian’, y aunque el argumento del escrito era rechazar la lectura apocalíptica de que las máquinas se sublevaran y generaran una guerra contra los humanos, quedé preocupado porque es un paso adelante en todo el proceso del desplazamiento de mano de obra humana por las maquinas.
Los especialistas como Thomas Frey, director ejecutivo del DaVinci Institute, creen que para el año 2030, más de 2.000 millones de trabajos no solo habrán desaparecido o se habrán transformado, sino que también 700 profesiones serán reemplazadas; y que en ese año los robots y la inteligencia artificial ocuparían más de 20 millones de empleos industriales que hoy ocupan los seres humanos.
¿Cómo será esto en el campo de la educación? ¿Serán obsoletos los profesores y maestros? ¿Serán estos reemplazados por robots?
Imagino a más de uno diciendo que las máquinas tienen más y mejor información que cualquier humano, pero me impactó la respuesta que dio a esta pregunta Salman Khan, un gran innovador en el mundo educativo, quien ha revolucionado las aulas y las instituciones educativas y construido un modelo que cuenta ya con cerca de 70 millones de usuarios registrados en 190 países.
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De hecho, la “Khan Academy” ofrece clases en más de 46 idiomas, lo que permite al alumnado aprender a su ritmo las materias que se le antojan en cada momento. Él dice: "Si hay que elegir entre tecnología y un buen profesor, elijo a este último". Y claro, lo dice porque la educación es mucho más que apropiarse de conocimientos en un ejercicio de información, y tiene que ver como dice Jerome Bruner, con el desarrollo de habilidades tanto cognitivas, emocionales y sociales desde un espíritu de foro, de la negociación, de la recreación del significado, y eso siempre será mejor con pares, con otros humanos.
Es probable que los profesores enseñen mucho más cuando no tienen la intención explicita de hacerlo, cuando comparten la vida misma. Actualmente, cuando estamos ante transformaciones ocasionadas por la pandemia, tenemos que valorar mucho más el rol del profesor, del maestro, y entender que su contribución es fundamental para que los seres humanos, tanto individual como socialmente, nos podamos realizar.
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La tecnología es fundamental en la educación, pero nunca remplazará al humano maestro, porque siempre se educa para la incertidumbre.
Escuche la reflexión y el análisis de Alberto Linero en Mañanas BLU: