Uno de los primeros retos que afrontará elplan del presidente Gustavo Petro para sacar adelante su “paz total”, será lograr un proceso exitoso con el ELN.
Ese grupo guerrillero ha pasado a la ofensiva mediática en los últimos días, mostrando sus dos caras: por una parte alias ‘Pablo Beltrán’ confirmó que en las próximas semanas se reanudarían las negociaciones con el gobierno nacional y por otra parte, alias ‘Antonio García’, del ala más violenta y terrorista, sigue defiende la guerra, afirmando que en muchos casos es “necesaria”.
Aunque no se conocen muchos detalles sobre la metodología del nuevo intento de paz con el ELN, lo que se sabe es que tanto esa guerrilla como el gobierno del presidente Petro están definiendo quiénes van a integrar los respectivos equipos negociadores.
Los voceros del ELN han manifestado que la sede de este nuevo intento de paz sería fuera del país y sería una sede itinerante, de manera similar al más reciente fracaso en las negociaciones durante el gobierno Santos, diálogos que comenzaron en Quito y terminaron desarrollándose en La Habana.
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Aunque el presidente Petro en algún momento dijo que sería ideal que las conversaciones de paz se desarrollaran en territorio colombiano, este fin de semana el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti dijo que muy posiblemente Venezuela tendrá un rol que todavía está por definirse en los diálogos con el ELN, grupo que hace una amplia presencia en territorio venezolano.
Hay que decir que este fin de semana también se conoció que la columna Urías Rondón de las disidencias de las Farc que delinque en el departamento de Nariño, se declaró lista para iniciar un cese bilateral del fuego con el gobierno nacional, para comenzar diálogos de paz.
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Más allá del tema logístico, el trasfondo será conocer si el gobierno va a comenzar los diálogos con el ELN con un cese al fuego bilateral o si ese sería un punto de llegada como ocurrió en el gobierno Santos, pero además, la clave será conocer si esa guerrilla finalmente está decidida a dejar las armas y buscar su incursión en política o si de nuevo buscan ganar tiempo y engañar a la sociedad colombiana para seguir fortaleciendo sus rentas criminales y sus actuaciones violentas.