Petro termina el reajuste de su gabinete, cada vez más lejos de un acuerdo nacional

Con la salida de las ministras de Vivienda y de Educación, pareciera estar terminando la crisis ministerial en el gobierno nacional, a menos de un mes de cumplirse la mitad del mandato del presidente Gustavo Petro.

La recomposición del gabinete muestra, con excepción del caso del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo y de la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, que el presidente decidió asumir el segundo tiempo de su gobierno rodeándose de activistas muy cercanos ideológicamente a su pensamiento, sepultando definitivamente la posibilidad de incluir en su gobierno a sectores políticos de centro, de cara a un cada vez más lejano acuerdo nacional.

La nueva ministra de Transporte es María Constanza García, petrista de base, incluso fue secretaria de Movilidad de Gustavo Petro en la Alcaldía de Bogotá. La nueva ministra de Agricultura es Martha Carvajalino, militante histórica de la izquierda, fue dirigente de la Juventud Comunista y desde hace más de 13 años trabaja en el sector de tierras, apoyando plenamente el proceso de reforma agraria del Presidente de la República.

Caso particular es el del nuevo ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, quien comenzó a tener visibilidad por su papel como activista-contratista durante la alcaldía de Bogotá desempeñada por el hoy presidente Gustavo Petro y quien posteriormente asumió papeles de liderazgo juvenil dentro del petrismo, hasta llegar a cargos importantes en el actual gobierno: fue el jefe de empalme con el gobierno de Iván Duque y actualmente es el director de la Sociedad de Activos Especiales.

Más allá de su “mala educación” en redes sociales, la gran inquietud que se presenta a partir de ahora con la llegada de Daniel Rojas Medellín a una cartera tan importante como el ministerio de Educación, es el enfoque que tendrá su gestión, ante el riesgo de que el eje no sea mejorar la calidad de enseñanza y las condiciones de todos los integrantes del sector educativo, sino que se dedique a otras prioridades como la agitación en las universidades con el fin de lograr movilizaciones afines al proyecto político del Gobierno.