Esta semana el presidente Gustavo Petro debería oficializar los cambios definitivos en su gabinete de ministros y altos funcionarios, con los que contará para la recta final de su gobierno.
La llegada de Armando Benedetti al Ministerio del Interior, pese a todos los escándalos y denuncias que hay en su contra, es una jugada arriesgada del presidente, quien decidió dejar en manos de su escudero desde la campaña de 2022, la reconfiguración de una coalición que permita sacar adelante sus reformas en el Congreso y la estructura que pueda garantizarle pelear la continuidad de su proyecto político en las elecciones presidenciales de 2026.
En ese escenario, no queda muy claro el rol que jugará a partir de ahora Augusto Rodríguez, quien ha sido muy cercano al presidente Petro desde sus tiempos en el M-19 y quien desató hace tres semanas la “tormenta” alrededor de 'Papá Pitufo' y Armando Benedetti, quien ahora como ministro del Interior, tendrá en sus manos la Unidad Nacional de Protección, cuyo director sigue siendo Rodríguez Ballesteros.
Benedetti mostró que ejerce influencia sobre un grupo importante de congresistas y el premio a esa labor pareciera ser su nombramiento como ministro de la política: la semana pasada hizo que más de 100 congresistas, la mayoría de ellos representantes a la Cámara, desfilaran por la Casa de Nariño y se reunieran con él y con Angie Rodríguez, nueva directora del DAPRE.
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El objetivo de esos desayunos fue reajustar la olvidada coalición de gobierno, concretando la representación política de esos congresistas en el gabinete ministerial: el Ministerio de Comercio será para un grupo de liberales, el Ministerio del Deporte para un sector de conservadores, mientras que el Ministerio TIC será para el partido de la U.
Detrás de esos ministerios está el compromiso de los congresistas por votar a favor de las reformas del Gobierno: salud, laboral y tributaria y apoyar los esfuerzos para construir una coalición rumbo a las elecciones de 2026. En este punto, la estrategia del presidente Petro y del ministro Benedetti es clara: reventar la unidad de los partidos bisagra y negociar burocracia al detal con algunos parlamentarios para debilitar la independencia u oposición partidista.
En esta nueva baraja de nombramientos también ha llamado la atención la posibilidad de que Alexander López, hoy director de Planeación y Susana Muhammad, hoy ministra de Ambiente, cambien su rol en el gobierno, a pesar de haber presentado su renuncia por la llegada de Armando Benedetti a la jefatura de despacho. López sería nuevo jefe de Despacho en reemplazo de Benedetti y Muhammad sería nueva directora de Planeación, en reemplazo de Alexander López. Falta la aceptación de los dos postulados.
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