Peligran indígenas en Cauca por choques entre disidencias que se disputan la coca a sangre y fuego

Centenares de indígenas Nasa se reunieron este jueves cerca del municipio de Caldono, a menos de 100 kilómetros de Cali, para despedir a su gobernadora Sandra Peña Chocué, asesinada por cinco hombres de las disidencias de las Farc que no le perdonaron su abierta oposición a que su resguardo se hubiera convertido en un gigantesco cultivo de coca.Luego de esa reunión, las autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca decidieron iniciar una Minga Hacia Adentro de su territorio, con el fin de identificar y expulsar a las personas que no son de su comunidad y que están dedicadas al negocio del narcotráfico y sobre todo para erradicar los cultivos de hoja de coca existentes en la zona.Cuando llegaron a la vereda El Caimito, según cuenta el Cric, un grupo de hombres armados los recibió con ráfagas de fusil, dejando 32 indígenas heridos que fueron llevados a Popayán, pero también se informó sobre la retención de algunas personas y la incautación de camionetas por parte de la guardia indígena en la zona.Hay un enorme riesgo para la vida de las comunidades ancestrales que habitan en esa zona del Cauca, en donde hacen presencia las disidencias de las Farc por medio de la columna Dagoberto Ramos que sería la responsable del asesinato de la gobernadora Peña Chocué, también está la Jaime Martínez y ahora intenta entrar a disputar el territorio a sangre y fuego, la Segunda Marquetalia, de Iván Márquez y Jesús Santrich.En este caso particular de este jueves, el asunto es muy delicado porque el ataque armado contra indígenas inermes sucedió menos de 24 horas después de que el Ministro de Defensa y la cúpula militar encabezaran un consejo de seguridad en Caldono y anunciaran medidas que en la práctica no sirvieron para nada.Entre otras cosas, algunas personas que conocen la problemática del Cauca han dicho que el anuncio del ministro Molano en el sentido de que los indígenas trabajarán conjuntamente con el Ejército para esclarecer el asesinato de Sandra Peña Chocué, inmediatamente ubica a la población civil como objetivo militar de las disidencias.Escuche el análisis de Ricardo Ospina en Mañanas BLU: