Esta semana será clave para saber si la nueva propuesta para alcanzar un Acuerdo Nacional, presentada el pasado viernes por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tiene o no posibilidades de ser acogida por sectores políticos, económicos y sociales que han estado distantes del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
La propuesta tiene cinco ejes: la no violencia, que abarca desescalar el lenguaje, erradicar la estigmatización y respetar la diferencia. El segundo eje es la no reelección de los mandatarios de la rama ejecutiva elegidos por voto popular. El tercer eje plantea impulsar la transformación de 16 regiones a través de los PDET, relacionados con el acuerdo firmado con las extintas Farc. El cuarto eje propone impulsar el crecimiento económico de manera más equitativa y con énfasis en el desarrollo rural integral. El quinto eje plantea la necesidad de llegar a acuerdos con el Congreso para priorizar un paquete de proyectos de reformas sociales para sacarlos adelante en el legislativo.
Desde diferentes sectores políticos ya descartaron la posibilidad de sumarse al acuerdo nacional que planteó el ministro de Interior, pues consideran que el presidente Gustavo Petro no está dispuesto a cumplirlo, particularmente en el sentido de bajarle el tono al lenguaje con el que descalifica a quienes critican sus propuestas, acudiendo muchas veces a la estigmatización y sobre todo, frente a su negativa a ceder para alcanzar consensos con sectores políticos y sociales, para cambiar parcial o totalmente sus proyectos de reformas sociales.
El presidente de Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, fue el primero en decirle No a la propuesta de acuerdo nacional planteada por el ministro de Interior, argumentando que el Gobierno Petro no respeta los fallos judiciales ni a los entes de control. El partido Conservador también ha expresado sus reservas frente a la iniciativa.
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Más allá de si sale o no adelante este nuevo intento de acuerdo nacional, ahora planteado por el ministro de Interior, la clave está en que el Gobierno debe sacar adelante al menos dos de sus puntos con prontitud: está en marcha una iniciativa importante con el sector bancario para liberar recursos por más de 50 billones de pesos para dar créditos a sectores sociales vulnerables y por otra parte, el ejecutivo necesita priorizar los proyectos que busca sacar adelante en esta legislatura y a su vez, si está en tono conciliador, es clave que convoque mesas de trabajo amplias y acepte modificar los textos de sus iniciativas, si quiere que salgan adelante en el Legislativo.
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