“Uno envejece cuando deja de aprender”, me dice una señora con voz y actitud de sabia mientras viajamos en el Transmilenio . Intrigado, le pregunto por qué me dice eso. Ella responde que llegó a esa conclusión por la experiencia con su madre, quien, al jubilarse, dejó de realizar sus actividades cotidianas, esas que la mantenían activa. Con el tiempo y pasar de los años, comenzó a sumirse en una quietud que hoy se manifiesta en una senilidad que la ha llevado a perder su independencia.
Sonreí porque su análisis me pareció lógico, aunque no tenía la certeza de que fuera así. Al llegar a casa, decidí investigar un poco y me encontré con que la frase es de Henry Ford: “Cualquier persona que deja de aprender es vieja, ya sea a los veinte o a los ochenta”. También descubrí varios beneficios que los expertos asocian con el aprendizaje continuo:
1. Plasticidad cerebral: El cerebro humano es un órgano dinámico que se adapta y cambia a lo largo de nuestra vida. Cada vez que aprendemos algo nuevo, creamos nuevas conexiones neuronales, lo que mantiene nuestro cerebro joven y saludable.
2. Enriquecimiento personal: Aprender nos permite crecer como personas, desarrollar nuevas habilidades y ampliar nuestros horizontes. Esto nos ayuda a sentirnos más satisfechos con nosotros mismos y con la vida.
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3. Adaptación al cambio: El mundo está en constante evolución, y quienes no se adaptan a los cambios tienden a quedar rezagados. El aprendizaje continuo nos permite mantenernos al día y afrontar los desafíos de la vida con mayor facilidad.
4. Prevención del deterioro cognitivo: Numerosos estudios han demostrado que el aprendizaje continuo puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento, como la demencia y el Alzheimer.
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El aprendizaje es un proceso que nos acompaña a lo largo de toda la vida. No importa cuántos años tengamos, siempre hay algo nuevo por descubrir y aprender. ¡Así que nunca dejes de curiosear y buscar nuevas experiencias! ¿Qué estás aprendiendo últimamente? Recuerda que aprendes para ti, no para satisfacer las expectativas de los demás.