Vi toda la entrevista que el Papa Francisco concedió durante una hora y 18 minutos al periodista Carlos Herrera para la cadena COPE. Esta es la primera entrevista que el Santo Padre concede a una radio española, y la primera también tras su operación el pasado mes de julio.
Me gustó, porque más que una entrevista formal, se trató de una conversación en la que Francisco con sencillez y tranquilidad, iba exponiendo sus opiniones sobre los temas más actuales a nivel mundial.
No se escuchó el tono magisterial, sino la voz de un servidor de los hermanos que sin reparos expone lo que cree y piensa.
Me pareció muy interesante su afirmación de que hoy “estamos viviendo una cultura del descarte”. Exactamente dijo: “En el inconsciente colectivo de la cultura del descarte, los viejos molestan. Los enfermos más terminales, también; los chicos no queridos, también, y se los manda al remitente antes de que nazcan... O sea, hay una cultura…”.
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Creo que es una voz profética frente a las dinámicas que absolutizan lo nuevo, lo joven, lo útil y que desprecian al ser humano que por condiciones de salud, de economía o de formación, no puede aportar materialmente a la sociedad. Desde esta posición, criticó la eutanasia y el aborto. A mí me parece sugestiva la expresión, porque hablar de “cultura” supone todo un conjunto de valores, rutinas, dinámicas de vida que sostienen los comportamientos de desprecio por aquel que no cumple con lo que la sociedad de consumo le pide. En la época en la que se vive del aparato último modelo y todos los demás se miran como obsoletos, se corre el riesgo de valorar a los seres humanos desde el mismo criterio.
Otro tema en el que insistió el Papa es en el daño que causan las ideologías, esa absolutización del interés particular, de una visión de las cosas que busca imponerse a los demás. Con su acento argentino decía que hay que “entrar en un proceso de diálogo y de reconciliación” constante y huir de las ideologías, porque destruyen.
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Son dos apreciaciones que vale la pena pensar bien, porque es posible que nosotros desde nuestra búsqueda de calzar en las lógicas contemporáneas, participemos de la cultura del descarte y que, además, nos atrincheremos en ideologías para destruir al otro, al diferente, al que piensa distinto a nosotros.
Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU: