La noticia de la discriminación que están sufriendo los colombianos al ingresar México. Me recuerda que mucho de los que hemos viajado al exterior, hemos sufrido en aeropuertos y en otros lugares la descalificación y el desprecio por ser colombianos.
También muchos colombianos que viven en el extranjero, han tenido que escuchar insultos como “lárgate a tu país” “para que vienes a molestarnos” “narcotraficantes”, entre otras expresiones de maltrato.
Esto es una clara muestra de xenofobia, es decir, la ideología que consiste en rechazar las identidades culturales que son diferentes a la propia. A partir de prejuicios, se generaliza para justificar el odio al que ha nacido y/o se ha criado en otro territorio.
Hay que tener claro que la maldad no tiene nacionalidad y que todo delito debe ser perseguido y castigado legalmente. No se pueden justificar comportamientos criminales de ninguna manera, pero tampoco podemos acusar a todos los que forman parte de una nación por el comportamiento de algunos.
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La xenofobia no soluciona ningún problema, sino que además de generar mayor violencia, rompe el tejido social haciendo muy complicada cualquier tipo de convivencia.
Necesitamos trabajar en solucionar los problemas de inseguridad con medidas prácticas, creativas, inteligentes y legales. Generar campañas culturales que muestren los beneficios de la migración, pero sobre todo hacer un trabajo personal que permita vencer el miedo interior generado por la diferencia, y propiciar relaciones en las que todos aportemos al desarrollo de los proyectos personales y sociales.
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Nadie se va de su país por placer, sino por situaciones difíciles que le hacen creer que en otro lugar se encontrarán mejores oportunidades.
Adela Cortina cree que lo que vivimos hoy realmente es ‘aporofobia’ un término que acuñó para expresar el rechazo o la aversión hacia el pobre, de hecho, señala que las molestias no las ocasionan los extranjeros que llegan a invertir en el país, sino que, como ella misma dice en su libro: “las puertas se cierran ante los refugiados políticos, ante los inmigrantes pobres que no tienen que perder más que sus cadenas.” cierro cita. Es decir, molestan quienes vienen buscando mejores posibilidades.
No podemos vivir desde el miedo, rechazando al diferente. El miedo nos hace perder el sentido común, actuar irracionalmente y ser violentos. Mejor serenemos las pulsaciones emocionales y tratemos de encontrar soluciones inteligentes a situaciones que nos están desbordando. Ningún xenófobo es buen ser humano.
Escuche la reflexión y el análisis de Alberto Linero en Mañanas BLU:
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