Este fin de semana se conoció un nuevo capítulo de la increíble historia de corrupción que rodea a varios contratos y convenios desarrollados en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo.
Como si no fuera suficiente el escándalo ocasionado por el “ventilador” de Olmedo López y Sneyder Pinilla, ahora se conoció que el polémico abogado Luis Gustavo Moreno, condenado por el “cartel de la Toga” y quien recuperó su tarjeta profesional, se convirtió en agente encubierto de la Fiscalía.
La historia es la siguiente: Moreno, abogado de Sneyder Pinilla, denunció ante la Fiscalía el pasado 29 de julio, que su colega Edgar Riveros, quien dijo ser abogado del exsubdirector de la Unidad de Gestión de Riesgo, Luis Carlos Barreto, les ofreció una coima de 13.000 millones de pesos a Pinilla, a Olmedo López y a él mismo, a cambio de que no hablaran sobre un contrato, cuyo multimillonario desembolso estaba a punto de ser efectuado.
Una vez recibida la denuncia, la Fiscalía autorizó a Luis Gustavo Moreno para que grabara una segunda reunión con el abogado Riveros, quien amplió su ofrecimiento de la “mordida”, asegurando que se trataba no de uno, sino de dos contratos ilegales por cerca de 280.000 millones de pesos.
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Moreno ha defendido su rol como agente encubierto, asegurando que hizo la denuncia oportunamente, porque ese es su deber como ciudadano y sostuvo que esto demuestra su compromiso con la justicia, honrando el compromiso de no volver a delinquir.
Capítulo aparte merece la revelación que hizo la Fiscalía, sobre los presuntos vínculos entre el exsubdirector de la Unidad de Gestión de Riesgo, Luis Carlos Barreto con el director de la Función Pública, César Manrique, quien, según la justicia, habría formado parte de la estructura criminal que se dedicó a desfalcar la Unidad de Gestión de Riesgo, algo que Manrique ha negado con insistencia.
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En la diligencia del viernes pasado, la Fiscalía habló de gestiones que habrían realizado Barreto y Manrique con el entonces director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega, para facilitar un traslado de 100.000 millones de pesos.
La otra parte de esta historia tiene que ver con Pedro Rodríguez Melo, exasesor de Olmedo López, quien fue capturado en la más reciente redada, que habría sido clave para que el contratista Luis Eduardo López Rosero, conocido como “El Pastuso”, de nuevo fuera beneficiario de contratos, en este caso del indignante caso de los carrotanques de La Guajira.