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Los “late bloomers”, las personas que florecen más tarde en la vida

Es esencial comprender cuál es nuestro propósito en la vida y cómo queremos alcanzarlo. No debemos ceder ante las presiones que nos empujan a batir récords, logrando objetivos a temprana edad.

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P. Linero
Foto: Instagram

Ayer leía una nota de prensa donde la periodista Marita Alonso comentaba la serie “Sólo asesinatos en el edificio”. Me llamó la atención su reflexión sobre los “late bloomers”, es decir, aquellas personas que florecen más tarde en la vida. Me cautivó no solo por la claridad con la que se expone la idea de no estar atados al ritmo frenético de la sociedad, sino porque nos invita a reflexionar sobre nuestro propio ritmo de vida. Nos anima a no ser arrastrados por la ansiedad del éxito, sino a entender qué es lo mejor para nuestra vida y bienestar.

Es esencial comprender cuál es nuestro propósito en la vida y cómo queremos alcanzarlo. No debemos ceder ante las presiones que nos empujan a batir récords, logrando objetivos a temprana edad. Hay que entender que la felicidad no radica únicamente en el destino, sino en el viaje mismo. En cómo recorremos el camino. Hay metas que requieren madurez, y es necesario que muchas de nuestras emociones e ideas se consoliden con el tiempo.

Mientras leía, pensaba en José Saramago, quien alcanzó el éxito con su novela 'Alzado del suelo' en 1980, a sus 58 años, pese a haber publicado su primer libro en 1947. Es esencial reconocer que cada persona tiene su ritmo y que la verdadera singularidad radica en respetarlo. En esta era de redes sociales, donde el éxito se mide a menudo por la cantidad de “me gusta”, quizás es vital defender el valor de la pausa, de saborear y vivir plenamente cada momento.

No instemos a la gente a saltar etapas. Animémoslos a que comprendan y persigan sus propios sueños y anhelos, a su propio compás. En palabras del protagonista de “solo asesinatos en el edificio” ¿Los tardíos? Somos los que hacemos que el mundo gire. ¡Puedes darte el lujo de tomarte tu tiempo, Mabel, ¡pero lo que no puedes permitirte es desperdiciarlo!

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