La renuncia del expresidente Álvaro Uribe a su curul en el Senado tras la medida de aseguramiento en su contra ordenada por la Corte Suprema de Justicia, producirá efectos importantes en materia judicial y política.
La Sala de Instrucción de la Corte tendrá que estudiar la solicitud de la defensa de Uribe para que el proceso que se le adelanta por soborno y fraude procesal, pase a la Fiscalía, decisión que no es automática y que seguramente se tardará varios días, pues primero se deben resolver otras solicitudes hechas por los abogados del expresidente.
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Sobre ese particular hay dos teorías: una, la de quienes consideran que los delitos cometidos presuntamente por el expresidente Uribe no tienen que ver con su función como congresista y tras su renuncia al Senado, el proceso debe pasar a manos de un Fiscal.
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La otra teoría, expresada por el exmagistrado Alfredo Beltrán Sierra, considera que el origen del proceso penal es una disputa de orden político en el Senado entre Alvaro Uribe e Iván Cepeda, tras el debate que este último le hizo al expresidente sobre sus presuntos nexos con el paramilitarismo y que por lo tanto, pese a la renuncia de Uribe al Senado, la Corte Suprema debería mantener competencia sobre su caso.
El abogado del expresidente álvaro Uribe anticipó que en caso de que la Corte Suprema no envíe el caso a la Fiscalía, se podría entablar un conflicto de competencias o incluso se podría recurrir a una tutela ante la Corte Constitucional para tal fin.
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En todo caso, si el proceso contra Uribe por soborno y fraude procesal llegara a pasar a manos de la Fiscalía, eso no implica que se anule toda la investigación adelantada por la Corte ni se traduce automáticamente en la revocatoria de la medida de aseguramiento contra el expresidente, pues lo que debe hacer el funcionario que asuma el caso, es valorar las pruebas que ya tiene la Corte, además de sumar las que considere necesarias, para decidir si acusa o no al expresidente Uribe, ante un juez de la República.
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En materia política, se espera que la dirigente cundinamarquesa del Centro Democrático Milla Romero sea llamada a ocupar la curul que deja el expresidente Uribe, cuya ausencia en el Senado significa un duro golpe a la coalición de gobierno y más directamente, al presidente Iván Duque, a dos años de terminar su mandato.
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