Este tiempo de Navidad tiene una magia especial: nos conecta con el amor, con la familia, con los recuerdos que llevamos en el corazón. Pero, cuando estás lejos de las personas que amas, ese brillo puede sentirse opacado por la soledad y la nostalgia. En el día del Migrante quiero decirte si te toca celebrar Navidad lejos de casa, quiero decirte algo desde lo más profundo: tú no estás solo, porque llevas tu hogar en el corazón.
Ten claro que aunque no estés físicamente cerca de tu familia, ellos siguen contigo en cada recuerdo, en cada palabra que compartieron, en cada tradición que aprendiste en casa. Todo eso vive dentro de ti y es parte de lo que eres. No se trata de negar lo difícil que puede ser esta distancia, sino de encontrar formas de transformar ese vacío en una oportunidad para reconectar contigo mismo y con lo esencial de estas fechas.
La Navidad no está en el lugar donde te encuentras, sino en la manera en que decides vivirla. Puedes convertir esta distancia en un acto de amor hacia ti mismo, creando nuevas tradiciones, compartiendo con las personas que tienes cerca ahora o incluso buscando la compañía de otros migrantes que estén viviendo una situación similar. No subestimes el poder de los pequeños gestos: una llamada, un mensaje lleno de cariño o incluso un rato para recordar los buenos momentos con los tuyos puede devolverte la alegría.
Quiero recordarte algo importante: tú eres muy valiente. No cualquiera tiene el coraje de dejar su tierra, de enfrentarse a lo desconocido y de construir un nuevo camino lejos de todo lo familiar. Esa valentía que te trajo hasta aquí también es la que te ayudará a superar este momento.
En Navidad celebramos la esperanza, el amor, la vida. Así que, aunque la nostalgia esté ahí, déjala ser una señal del amor que sigue vivo entre tú y los tuyos. Aprovecha este tiempo para soñar con el futuro, para pensar en todo lo que estás logrando y para reconectar con el propósito que te llevó a tomar este camino. Tú no estás solo, porque el amor de los que amas te acompaña, donde quiera que estés.