Este es el Editorial de Ana Cristina:
Hoy se cumplen ocho días desde que la Fuerza Pública, por orden de la Gobernación de Antioquia, comenzó un operativo de “intervención” de las minas en Buriticá.
Dice la Secretaria de Gobierno de Antioquia, Victoria Eugenia Ramírez, que en las acciones en Buriticá se han desmontado captaciones de agua ilegales que habían desviado el cauce de tres quebradas a 5 kilómetros del casco urbano. “Se ha establecido que de unas cinco mil personas que habitan el sitio, 1.500 ya han salido y otras 1.900 son objeto de un censo y empadronamiento para definir su situación legal”, aseguró la Secretaria de Gobierno del Departamento.
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Hoy, el periódico El Colombiano reporta que tres retenes de la Fuerza Pública, una tanqueta y quince agentes del Escuadrón Antidisturbios de la Policía custodian la Montaña de Oro.
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Más de mil policías, doce integrantes de la Fuerza Aérea y 400 soldados adelantan la llamada Operación Creta contra la minería ilegal en Buriticá.
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Las autoridades insisten en la ilegalidad de 110 minas en Buriticá, 36 de las cuales han sido cerradas.
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Los líderes mineros de Buriticá aseguran que algunas sí cumplen las normas. Pese a que la ONG Antioquia Humana acompaña los operativos, integrantes de la Mesa Minera del municipio denunciaron agresiones.
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El marco de la legalidad es indiscutible, inviolable. Pero los hechos hablan por sí solos en el caso de las acciones de control de la ilegalidad en la Operación Creta en Buriticá.
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Una vez más, parece ser que la fe en la aplicación de la fuerza, antes que los mecanismos de legalización organizada y concertación, se arraiga como la impronta de Luis Pérez desde sus cargos de poder.
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Ayer, la Operación Orión. Hoy, la Operación Creta.
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Cuenta la mitología griega que cuando el gigante Orión llegó a la isla de Creta, presumía de aniquilar a todas las criaturas de la Tierra. Arco, espada, garrote, escudo y perros: así es recordado Orión, el cazador que le dio nombre al operativo que jamás olvidará la Comuna 13.
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La Operación Creta contra los mineros de Buriticá también honra la mitología griega. La isla de Creta fue el escenario de la leyenda de Dédalo y su hijo Ícaro, el joven que voló y abrazó los cielos, hasta que sus alas fabricadas con plumas y cera se derritieron porque se acercó demasiado al sol. La leyenda de Ícaro es un canto al pretencioso, al que desconocen sus propios límites.
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Es claro que al Gobernador de Antioquia y a su equipo les gusta la Odisea o, mejor dicho, las odiseas.
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Con la Operación Orión y ahora con la Operación Creta, la aplicación de la fuerza en las acciones de Luis Pérez empieza a configurarse como un mito en la región.
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Nuestra tragedia es que no estamos hablando de un mito confinado en un libro sino de la noticia del día en Antioquia.