Tengo muy buenos amigos venezolanos. Gente inteligente, honesta y trabajadora que ha tenido que abandonar su tierra por todo lo que se vive allá, buscando mejores situaciones. Gente que quiere aportar al desarrollo de esta sociedad que los recibe. Creo que ellos son la mayoría de los que han llegado a nuestro país. Por eso, me molesta cuando algunos se dejan llevar por el mal comportamiento de los que actúan delictivamente, asumiendo actitudes y expresiones xenofóbicas contra los migrantes.
Este lunes se hizo viral un vídeo de Noticias Caracol en el que la Policía Nacional atrapó a un ladrón de bicicletas que resultó ser venezolano, y varios de sus compatriotas lo recriminaron fuertemente, porque saben que esas personas son las que hacen que muchos los rechacen a ellos.
En el vídeo se escucha decir a un joven que carga en su espalda una maleta de domiciliario: “Yo la paso ruda, salgo todos los malditos días a trabajar sin descanso, y este que se la pasa en la calle, roba, ¿cuál es la maldita necesidad?”, pero me impresionó más otro joven que vive en condición de discapacidad, él dijo textualmente “Yo soy caraqueño, discapacitado, y vengo pa’ acá pa’ Colombia a trabajar, no como él. Gente como nosotros nos rayamos”. Así le hacían sentir al ladrón el mal que causa a los suyos.
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Definitivamente la maldad no tiene nacionalidad, nadie roba por ser de un país determinado, sino porque no ha entendido que la única manera de ser verdaderamente feliz, es actuar con ética y legalmente. En todos los países hay gente buena y mala. No podemos dejar que esas personas que roban y hacen mucho daño, nos lleven a creer que el resto también son delincuentes.
Tenemos que ser solidarios, empáticos y sinérgicos para generar espacios en los que todos podamos salir adelante. Tengamos la seguridad que nadie deja su casa, su tierra o su familia por no dejar. Quien emigra, lo hace impulsado por una situación de injusticia que causa sufrimiento, y con la esperanza de encontrar nuevas posibilidades para vivir dignamente.
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No negamos los hechos, pero tampoco generalicemos. También a nosotros nos ha tocado cargar con rótulos de mafiosos y narcos en muchos países, por la maldad de unos pocos. No cedamos a la xenofobia. Apoyo el programa de ACNUR #SomosPanasColombia y sé que los ladrones son poquitos, que lo que impera en nuestros hermanos es la resiliencia y la pasión.
Escuche la reflexión y la opinión de Alberto Linero en Mañanas BLU: