La historia de la humanidad ha estado atravesada por la preocupación del final de los tiempos. Un apocalipsis nuclear, la muerte del sol, la destrucción de la vida en el planeta por el calentamiento global son temas reiterativos cuando se habla del final.
En el contexto religioso los cristianos en general confesamos la parusía, esto es, la segunda venida de Jesucristo y con ello el final de esta realidad, para dar paso a la plenitud del sueño de Dios. Es una experiencia de fe basada en las Sagradas Escrituras.
¿Cuándo será esto, cuando será la parusía? En esto me atengo a la afirmación del evangelio de Mateo 24,36: “En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre”. Esto es, no creo en ninguna fecha establecida por nadie, ni en ninguna de las manifestaciones proféticas que algunos hacen para anunciar el Armageddon.
En estos días hemos visto la noticia de una comunidad religiosa en el corregimiento de Isabel López en el municipio de Sabanalarga en el Atlántico que esperan para hoy la segunda venida de Jesucristo. Exactamente han dicho: "este 28 de enero la iglesia santa entrará a la ciudad celestial nueva Jerusalén”.
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Este pequeño corregimiento se ha visto convulsionado por esta situación ya que algunos han renunciado a sus trabajos, han vendido sus propiedades y están en ayuno como preparación para el cumplimiento de ese anuncio.
Hay mucha preocupación porque algunos temen un suicidio colectivo y además había algunos menores entre los miembros de la congregación.
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Soy respetuoso de la fe de todas las personas, pero creo que es necesario que los creyentes tengan un pensamiento crítico para entender lo que comunican las religiones en general o la Biblia en particular. Y ser críticos también al escuchar los sermones y predicaciones.
No podemos creer todo lo que nos digan sólo porque se nos presente como un mensaje que el propio Dios ha comunicado. Las acciones de fe no pueden ser irracionales.
Siempre tienen que responder a una coherencia interna y una estricta lógica. Cada uno decide en qué y quién creer, pero es bueno hacerlo desde un análisis inteligente y espiritual.
Esta no es la primera ni será la última vez que se habla de una fecha para el final del mundo, por lo que tenemos que estar preparados para vivir desde el amor, la justicia, el servicio y el perdón que son los valores que nos preparan para ese encuentro definitivo pase de la manera y en el momento en que sea que pase.
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Escuche la reflexión y el análisis de Alberto Linero en Mañanas BLU: