Una pregunta constante que nos hacemos lo seres humanos es ¿cuál es el sentido de la vida?, que de alguna manera está relacionada con otras preguntas como ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? ¿qué significado tienen los actos diarios? Esas preguntas son abordadas desde la experiencia espiritual. Cuando alguien me pide que le dé un concepto de espiritualidad, yo le digo que es ese ejercicio de tratar de contestar esas preguntas desde nuestra experiencia racional, desde la emocional y desde esa experiencia que Victor Frankl llama noética o espiritual.
Considero que en el momento en el que se encuentra Colombia, necesitamos tener una fuerte experiencia espiritual que nos permita descubrir al otro no como un enemigo o como alguien a quien tengamos que eliminar, sino como alguien a quien debemos respetar y con quien se pueden tender puentes, buscando las maneras de construir contextos que nos permitan realizarnos individual y socialmente.
La espiritualidad no es religiosidad, tiene que ver más bien con la acción de conectarse con la esencia de cada ser humano, y el trascender para otear desde un dron toda la historia personal que cada uno ha construido con dedicación. Necesitamos ser espirituales para poder manejar bien nuestras emociones, para poder tener pensamientos que nos permitan crecer como seres humanos, para tener relaciones justas, sanas y respetuosas. Solo desde la espiritualidad podremos construir relaciones llenas de justicia social, y es desde allí desde donde podemos ser felices ayudando a los demás a ser felices también.
La espiritualidad es una respuesta a la necesidad humana por encontrarle sentido a la historia, a las actitudes diarias. La espiritualidad es una herramienta necesaria para construir un proyecto, para sentir que lo que hacemos vale la pena. Eso es lo que propongo en mi libro "Espiritualidad para humanos", y por eso quisiera recomendárselo a ustedes que siempre comparten conmigo un momento diario, que siempre comparten conmigo la historia. No es una invitación a ser religiosos, sino una propuesta para ser felices y a vivir dándole sentido a la existencia desde la vida cotidiana. Los seres humanos espirituales, son seres humanos felices.
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