El proceso de paz del gobierno del presidente Gustavo Petro con el ELN arranca con varios hechos importantes y simbólicos.
Sin duda, la invitación al presidente de Fedegan, es decir, el gremio de los ganaderos, José Félix Lafaurie, a formar parte del equipo negociador del gobierno, es una jugada audaz, que pretende llevar un mensaje sobre la importancia de que en efecto las negociaciones de paz se den entre quienes han estado en orillas totalmente opuestas, pero también busca dar un mensaje de inclusión de todos los sectores rumbo a la idea de paz total, para resolver conflictos históricos como el relacionado con la tierra.
De igual manera, la presencia de Lafaurie podría representar tácitamente unas “líneas rojas” en la mesa de negociación entre el Gobierno y el ELN, en particular en asuntos relacionados con tierras.
Otra designación simbólica en el equipo negociador de paz con el ELN es la del exguerrillero del M-19 Otty Patiño como jefe de esa delegación, Patiño es uno de los históricos firmantes del acuerdo de paz en el gobierno Barco y fue uno de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la nueva constitución.
Publicidad
Patiño no solamente es un hombre de absoluta confianza del presidente Petro, sino que puede mostrarse en la mesa de negociación con el ELN como una muestra de que los diálogos de paz entre guerrilleros y el Estado pueden ser exitosos. El tema de fondo es que todavía no se conocen los temas ni la metodología de la mesa de negociaciones.
Publicidad