La crisis en la paz total del presidente Gustavo Petro se puede contar en tres actos: el primero es la inexplicable decisión del Gobierno de nombrar como “gestor de paz ” a alias 'Firu', cabecilla de las disidencias de las Farc que había sido detenido el pasado 23 de julio en carreteras de Antioquia en una camioneta de la UNP, con armas y dinero en efectivo en su poder.
Alias 'Firu' es uno de los más peligrosos criminales de Antioquia, procesado por homicidio agravado, terrorismo, concierto para delinquir y reclutamiento de menores de edad, responsable del asesinato de miembros de la Fuerza Pública y quien permanece en la cárcel, tras su captura en flagrancia.
La gran preocupación que existe es que el paso siguiente es la solicitud que seguramente hará el gobierno del presidente Gustavo Petro para que la fiscal general Luz Adriana Camargo suspenda las órdenes de captura contra 'Firu' en virtud de su nueva condición de gestor de paz, cuyas funciones y alcances no están claros, en particular frente a la necesidad de garantizar que el criminal 'Firu' no vuelva a delinquir.
La designación de 'Firu' como gestor de paz es una mala señal para los colombianos, a quienes les cuesta entender por qué hay tanta laxitud del Gobierno con algunos de los más peligrosos criminales, sin tener una garantía real de su intención de paz.
Publicidad
El segundo acto que retrata la crisis de la paz total es la denuncia que hizo el alto comisionado de Paz, Otty Patiño, en el Congreso, sobre la intención del Clan del Golfo, el más poderoso grupo de narcotraficantes y delincuentes comunes, de tomarse la ciudad de Quibdó, capital del departamento de Chocó, uno de los más afectados por la violencia entre diferentes grupos.
Ante esa situación, la clave es saber cuál será el plan del Ministro de Defensa, Iván Velásquez, para garantizar la seguridad de los quibdoseños ante la grave amenaza del Clan del Golfo, mientras que este acto violento debería significar un alto en el camino en el proceso de paz y sometimiento que intenta el Gobierno nacional.
Publicidad
El tercer acto que muestra la crisis de la Paz Total tiene que ver con los recurrentes atentados terroristas cometidos por los delincuentes del ELN, intentando someter al Estado y doblegar al Gobierno para que acceda a sus peticiones para reanudar el cese del fuego bilateral. El acto terrorista más reciente del ELN fue cometido contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en zona rural del municipio de Cubará, Boyacá.