La “almendra” detrás del anuncio de una nueva imputación de cargos en contra de exdirectivos de Odebrecht, sin duda es el anuncio de la vinculación al proceso penal de Daniel Ricardo Hernández, quien hasta hace unos meses se desempeñó como fiscal que investigó ese escándalo de corrupción.
Hernández no es un funcionario cualquiera, se trata de un hombre de toda la confianza de dos fiscales generales: Eduardo Montealegre y Néstor Humberto Martínez y quien ha manejado múltiples casos de alta complejidad, entre ellos Odebrecht, pero también participó en procesos como el del hacker Andrés Fernando Sepúlveda, el del expresidente de la Hyundai, Carlos Mattos, entre otros.
Por eso cayó como un “baldado de agua fría” el anuncio de la Fiscalía, por medio de un comunicado, de imputarle cargos por dos delitos al fiscal Hernández, tras revelar que esa decisión se tomó luego de investigaciones que contaron con el apoyo del FBI, lo que abre la puerta a la posibilidad de que haya una arista del caso Odebrecht relacionada con Colombia que esté siguiendo muy de cerca, el gobierno de los Estados Unidos.
Hernández tendrá que responder ante la justicia por dos delitos: prevaricato por omisión y amenazas a testigos, relacionados con dos asuntos delicados: el fiscal mencionado no habría adelantado los trámites correspondientes para pedir en extradición a Colombia a tres directivos brasileños de Odebrecht: Maurizio Marangoni, Eder Paolo Ferracuti y Amilton Hideai.
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El otro delito que habría cometido el fiscal Daniel Hernández tiene que ver con un episodio sucedido hace algunos meses, en el que habría intimidado al exsenador Otto Bula, condenado por el escándalo de corrupción de Odebrecht, y según dice el comunicado de la Fiscalía, “le reprochó por su intención de querer servir como testigo contra otras personas que estarían vinculadas a las irregularidades desplegadas por Odebrecht”.
El asunto no es menor, porque el fiscal Hernández tendrá que explicar sus actuaciones aparentemente irregulares en este caso y en particular si actuó de manera autónoma o recibió instrucciones de sus superiores dentro de este delicado proceso.
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Hay que recordar que Hernández tenía línea directa para el manejo de la investigación del caso Odebrecht con su jefe directo, el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez.