Finalmente, comenzó la vacunación en Colombia, y, como toda gran noticia tiene algo bueno, algo malo y algo feo.
Lo bueno: que comenzó y que toda la logística funcionó. El primer día pusieron 18 vacunas en Sincelejo y Montería y hoy ponen las primeras vacunas en las seis ciudades más grandes del país: Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Bucaramanga y Cartagena.
Lo bueno también es que ya está confirmado que llegan, pasado mañana, las primeras 192.000 dosis de la vacuna Sinovac. El próximo miércoles otras 50.000 de pfizer. El Gobierno aspira a tener vacunados (con las dos dosis) al menos a un millón de colombianos de aquí a marzo.
Lo malo: lasobreactuación de los políticos. Vimos a un alcalde -el de Medellín- decir que hagan el chance con la matrícula del avión en el que llegaron sus dosis. A un gobernador -el de Sucre-, que le tocó repetir la entrada con las vacunas porque el video no había salido bien.
Publicidad
A un partido -el Centro Democrático- groseramente comparar la imagen de la primera vacunada con su logo. Por no hablar de la imagen del presidente, la vicepresidente y el ministro de Salud viendo como vacunaban a la enfermera. Hoy se va a retrasar más el comienzo de la vacunación en Cali para esperar a que llegue el ministro de Justicia. Hágame el favor. A veces se peca por defecto y a veces por exceso -por mucho exceso- como en este caso. Sobre todo si tenemos en cuenta que fueron más las fotos que se tomaron que las vacunas que se pusieron en la primera jornada.
Lo feo: que intentaron meter al país 70 vacunas de contrabando. En el aeropuerto no las dejaron entrar. Pero ojo: a quienes piensan comprar en el mercado negro que pueden ser falsas o de laboratorios no probados.
Publicidad
A todas estas preocupa que este ambiente de cifras a la baja y llegada de las vacunas puede llevar a relajarnos.
Si bien las cifras siguen relativamente tranquilas, ayer repuntaron los nuevos casos de contagios: de 4.000 a 5.100, y los fallecidos diarios pasaron de 163 a 185. Y en Bogotá, la ocupación de las UCI aunque ha cedido no se desploma del todo: la ocupación general está en casi 64% a diferencia de cuando bajamos del primer pico que llegamos a una ocupación del 47%.
Ojo pues que el bicho puede tomarse confianza y volver a atacar en un abrir y cerrar de ojos.
Publicidad